Un modelo único de enseñanza

Así define el objetivo de esta escuela su coordinador pedagógico, Beñat Ralla, un hombre joven con un extenso currículum que asegura que la música le ha dado la vida y que lidera este proyecto que poco tiene que ver con las escuelas de música convencionales, que son las que proliferan a lo largo del territorio.

«Nosotros pretendemos ofrecer una perspectiva más amplia, sin olvidarnos ni de la música ni de la danza, claro. Este curso hemos incorporado el teatro, pero para el año que viene se suma al curriculum el ámbito de la palabra, desde la literatura a la declamación. O a partir de una edad la creación de blogs. Se trata de jugar con las palabras, de escribir poemas o cuentos, hasta de trabajar la métrica».

Hay alumnos mayores de edad, «tenemos gente de setenta años», el teatro ha atraído a muchos de ellos, pero en esta Escuela de Arte de Errenteria, las puertas están abiertas para niños desde los cuatro años. «Se admite también a los que no son del pueblo y no se les cobra un extra como ocurre en otras localidades», ironiza Beñat Ralla.

La oferta de artes plásticas no comienza hasta los ocho años, pero desde los 4 y 5 años empieza ya la actividad multidisciplinar. Los dos primeros cursos aprenderán música y expresión corporal y a partir de los 6 y 7 años se sumarán a estas sesiones las que están relacionadas con la voz. «En lo que tiene que ver con la expresión corporal y mediante un sistema de rotación, podrán conocer las cinco disciplinas que pueden aprender y practicar en este centro: ballet, euskal dantza, contemporánea, urbana y claqué. Pueden degustar todas las variedades y elegir cuál es la que más les gusta».

A los ocho años podrán escoger por qué itinerario optan, sea la música, el teatro o la banda, pero pueden también combinar diferentes disciplinas. Depende de cuántas horas quieran pasar en esta Arte Eskola tan original. El año que viene, también contarán con las artes plásticas y con nuevos instrumentos como la alboka o la dulzaina.

Y eso que en estos momentos, en Errenteria ya se pueden elegir todos los instrumentos que pueden escucharse en una orquesta, además del piano o la guitarra, que son los preferidos para muchos padres. «Es cierto que se condiciona a los niños, que la danza, por ejemplo, está inclinada al mundo femenino, pero por eso nosotros queremos que todos los alumnos, cuando entran aquí, cursen expresión corporal poral, que los chavales experimenten diferentes disciplinas».

A las 5.30 de la tarde empiezan a entrar los niños de todas las edades en el edificio situado en Niessen. Cada uno sabe cuál es su gela, aunque es verdad que el profesorado ha aumentado desde que se ha diversificado la oferta cultural del centro. Ralla está acostumbrado a la algarabía.

«Es necesario democratizar las disciplinas artísticas más allá de la música. Incluso del teatro o las artes plásticas y dar importancia al ámbito de la palabra. Nuestro objetivo asímismo es que el alumnado tenga público, que actúe, pero también que se sensibilicen como espectadores, sea de espectáculos o de museos».

Para este ingeniero de Obras Públicas que cuenta con estudios de piano y percusión, así como de pedagogía musical, resulta fundamental establecer nexos y relaciones con otras instituciones culturales como Lekuona o Tabakalera, con el Jazzaldia de Donostia. «Tenemos que abrirnos a relaciones diferentes».

En ese camino de apertura y diversificación está el curso de flamenco que está preparando y que está destinado de forma especial a la comunidad gitana de Errenteria. «Creo que es fundamental que este centro cultural albergue toda la diversidad de la localidad, incluida la comunidad gitana, por supuesto».

Un objetivo importante que se plantea desde que llegó a Errenteria desde Suiza hace algo más de un año, es atraer la creatividad al centro en el que bullen los novecientos alumnos.

«A veces parece que nos quitan la partitura y no sabemos hacer nada. Ese concepto hay que cambiarlo. Necesitamos creatividad e inspiración, utilizar la voz y el cuerpo, que son herramientas artísticas que podemos usar a nuestro favor».