Borrar
Las diez noticias clave de la jornada

Ciento volando o pájaro en mano

Hubo música, ballet y discursos, pero sobre todo se impuso la voz y la poesía cotidiana de Chillida en un vídeo inédito

Mitxel Ezquiaga

San Sebastián

Miércoles, 10 de enero 2024, 01:00

Comenta

Hubo música de Bach, y abrazos entre diferentes, y una hermosa recreación del horizonte a través del baile, y discursos. Pero al final todos nos quedamos con el vídeo inédito de Eduardo Chillida como la vitamina fundamental del homenaje de este miércoles en el Victoria Eugenia. Escuchar hablar al escultor con su poesía cotidiana fue un regalo. Su hija Susana le grabó durante años horas y horas de conversaciones, algunas de las cuales forman parte de algunos de sus documentales, pero para el acto de ayer Susana eligió fragmentos de vídeo sin editar donde el padre habla con su hija de Dios, el horizonte o la paz con la misma naturalidad con que comentaría la intendencia familiar. Ahí estaba la esencia de Chillida: reflexionar sobre los grandes temas sin grandilocuencias. Él pensaba que más vale pájaro volando que ciento en mano. Y que el arte, cuando es de verdad, tiene mucho que ver, además de con la filosofía, la matemática o las proporciones, con la emotividad.

Este centenario tiene como eje central la idea de Chillida como «lugar de encuentro» y este miércoles fue un buen ejemplo, en el día exacto del centenario. Un mundo cultural, político y ciudadano transversal se juntó en el Victoria Eugenia para celebrar la obra de Chillida, su personalidad y su legado. Todo eran simbolismos, como el hecho de que fuera su nieto Mikel Chillida uno de los coordinadores y presentadores del acto. A su lado Anne Igartiburu ponía eficacia y glamour, pero Mikel aportaba ese aire chillidiano (hasta físicamente) actualizado al siglo XXI. Con la brillante aportación del equipo de Donostia Kultura se tejió una celebración sobria. La coreografía de Iratxe Ansa e Igor Bacovich reinventó el horizonte en escena; el violonchelo de Mariia Slashcheva, de Musikene, trajo a Bach; el coro Landarbaso, una pluralidad de ritmos; y las voces de Susana Chillida, Ricardo Pinilla y Ana Mareía Rabe, las citas de los escritores que marcaron la obra de Eduardo junto a sus propias reflexiones.

Había morbo en los discursos institucionales, sobre todo del nuevo ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que llegó en su primera visita a Donostia conectado con el lío político que se vivía en Madrid. Entre llamada y llamada con su 'jefa' Yolanda tuvo oportunidad de reivindicar con brío la visión de Chillida del arte como un trabajo y aportación colectivos.

Porque esa fue el otro mensaje que remarcaron Goia y Mendoza, Lertxundi y Zupiria, que resumió Luis Chillida al final y que decía Eduardo en el vídeo: su trabajo fue gracias a mucha gente, su legado queda para todos «y esta celebración del centenario también debe ser colectiva». Siempre valdrán más cien pájaros volando que uno en mano.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Ciento volando o pájaro en mano

Ciento volando o pájaro en mano