Literaturia, un festival de las letras que quiere reforzar su vertiente comercial
Hoy finaliza la sexta edición de una iniciativa que fomenta un contacto muy cercano entre los lectores y los creadores, otorgando cada vez más espacio a los editores
Desde que en 2014 Literaturia se trasladó de la localidad vizcaína de Larrabetzu, donde nació, a Zarautz, el festival centrado única y exclusivamente en la ... literatura en euskera -destacar ese hecho no es anecdótico- ha ido evolucionando de un modo hasta cierto punto contrapuesto a la transformación que ha experimentado la madre de todas las ferias: Durangoko Azoka. Si la Azoka surgió como mercado y, a instancias de los propios creadores, con iniciativas como Ahotsenea ha ido dando más protagonismo a músicos y escritores, Literaturia, que surgió como festival literario, se esfuerza por acentuar su carácter de feria.
La edición de este año, la sexta, comenzó el viernes y finaliza hoy en Zarautz con una jornada que prestará especial atención a la literatura infantil y homenajerará a Yolanda Arrieta por el trabajo que realiza en este campo. Su programa refleja la búsqueda de equilibrio entre dos aspectos perfectamente conciliables: el artístico y el comercial.
En Literaturia, que ayer tuvo su día más intenso puesto que la mayoría de las actividades de hoy finalizan a mediodía, conviven las propuestas creativas y los foros de debate que acoge el recientemente rehabilitado cine Modelo; las presentaciones que se suceden sin pausa en la librería Garoa, cuyo compromiso con el festival elogian los organizadores, y la feria propiamente dicha, pequeña pero representativa, instalada en Musika Plaza.
En ese espacio, por cierto, recibió ayer el cariñoso homenaje de sus amigos y vecinos -precedido por una vibrante 'performance' del actor Patxi Santamaría- el escritor Anjel Lertcundi con motivo del 25 aniversario de la publicación de 'Otto Pette'.
Yoseba Peña, profesor y escritor que forma parte del reducido grupo de voluntarios que, con el apoyo económico del Ayuntamiento de Zarautz, organizan Literaturia, cree que la cita literaria de primavera que se celebra la localidad costera debe seguir por ese camino. «La razón por la que se creó Literaturia fue acercar el trabajo de los escritores en euskera a los lectores -asegura-. No podemos competir con grandes festivales como Loraldia o Literaktum, por ejemplo, pero nos hemos consolidado en Zarautz y el reto es acentuar el carácter de feria, sin olvidar el resto de los aspectos».
Porque, como afirma Peña, «los primeros interesados en que nuestros libros se vendan tenemos que ser los propios escritores. Si no se mueve el mercado nos convertimos en invisibles, que es lo que nos está pasando. Se está haciendo literatura de mucha calidad en euskera, pero tenemos que esforzarnos por tener una mayor visibilidad». Manteniendo los objetivos, Literaturia tiene nuevas metas -otro espacio para la feria, mejores condiciones para expositores y escritores...-, pero para avanzar, además de apoyo institucional, necesitan más manos. Todas las propuestas de colaboración son bienvenidas.
Buscar la proximidad
Una parte significativa de las editoriales que nutren con sus libros la oferta literaria en euskera están en Literaturia, cada una con una selección de su fondo y con las novedades que ya han presentado o están a punto de presentar en una temporada de primavera que en los últimos años se está reforzando mucho.
Elkar, Maiatz, Pamiela, Susa, Txalaparta... Y Alberdania, que ha debutado en la feria zarauztarra tras iniciar hace un par de años un «segundo ciclo de vida» después algunos de parón. En su stand pueden verse, entre otras muchas, dos obras muy vinculadas a la localidad: la traducción al euskera de la primera novela de la escritora zarauztarra Lucia Baskaran, 'Gorputz madarikatuak', y la edición actualizada de 'Otto Pette', el libro, ya un clásico, de Anjel Lertxundi.
Para el editor de Alberdania Jorge Giménez Bech Literaturia se ajusta bien a la tipología editorial que predomina en el ámbito de la literatura en euskera para adultos. También en el aspecto económico, puesto que participar en la feria no exige más gastos que los de funcionamiento.
Uno de los aspectos que valora es la proximidad: «En una mañana he hablado con más gente que en tres días en Durango, donde parece que estamos parapetados en nuestros stands». El hecho de que la literatura en euskera sea la única protagonista, la estrella de Literaturia, es igualmente un punto a favor. En Durango el denominador común es el euskera, pero el libro compite con otros soportes y «en las ferias del libro que se celebran entre abril y junio, muy importantes para las editoriales, el peso del castellano es tan grande que los libros en euskera quedan escondidos».
El microclima cultural y sociolingüístico de Zarautz, con un importante censo propio de escritores y mucho atractivo para los que tienen que desplazarse, también ayuda. Y en un momento en el que «para vender libros hay que pelear cada ejemplar, salir a la calle y llevarlos allí donde están los lectores», espacios como Literaturia son, a juicio de Giménez Bech, que también valora muy positivamente el creciente esfuerzo de los autores por dar a conocer sus obras, «una excelente alternativa».
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