José Javier Abásolo: «En la novela no ensalzo a Sabino Arana, ni lo critico»
José Javier Abásolo, escritor ·
El escritor bilbaíno presenta hoy su última novela, 'El juramento de Whitechapel', en la que convierte en investigador al fundador del PNVSi Sabino Arana Goiri levantara la cabeza, además de constatar la diligencia con la que sus herederos cuidan su legado, se sorprendería al verse convertido ... en uno de los personajes de la nueva novela de José Javier Abásolo (Bilbao, 1957), que en 'El juramento de Whitechapel', publicada por Erein, le ha puesto tras la pista de Jack el Destripador.
- ¿Por qué Jack el Destripador, al que se le han dedicado tantos libros?
- De vez en cuando me gusta dar giros, me gusta hacer cosas diferentes, y Jack el Destripador es icónico en el mundo de la novela criminal. No tenía mucha relación con el personaje, pero a través de conversaciones con un amigo al que le encanta la novela victoriana empecé a pensar que ahí podía haber un tema. Además, en los últimos tiempos han vuelto a aparecer estudiosos diciendo que han descubierto quién era Jack el Destripador y, como sólo una de las hipótesis puede ser cierta, decidí abordar el tema desde la ficción y escribir una novela.
- ¿Por qué Sabino Arana Goiri? ¿Cómo llega el fundador del PNV a interesarse por el Destripador?
- Todo lleva su proceso. Primero pensé en escribir sobre el Jack el Destripador, y luego me plantée quién iba a ser el investigador. No quería inventarme un policía inglés. Me parecía lejano, y me gusta meter en mis novelas algún elemento propio de nuestra tierra. También tenía la idea, más habitual en la literatura anglosajona que en la española y la vasca, de incorporar a las novelas de ficción personajes reales.
- Y Arana Goiri le venía al pelo.
- Así es. En 1888, cuando se cometieron los cinco crímenes, Sabino Arana tiene 23 años. Se ha quedado huérfano de padre y madre, ha vuelto de la universidad bastante desorientado. Como todavía no había empezado su vida pública, me pareció que tenía un espacio para que su hermano mayor lo mande a Londres para formarse en los negocios y orientarse un poco. Cuando llega allí, resulta que el hijo del hombre que va a ser su tutor está muy interesado en los crímenes, y casi le arrastra a investigar. En ese sentido, Sabino Arana más que un Sherlock Holmes sería un doctor Watson.
- ¿Barajó algún otro personaje?
- La verdad es que no. Cuando me fijé en el perfil del joven Sabino Arana me pareció que era el ideal.
- No conviene contar demasiado, pero sitúa los crímenes de Jack el Destripador en un contexto político muy determinado.
- Me atraía mucho el papel de los irlandeses, no tanto en relación con Jack el Destripador sino en aquella Inglaterra del siglo XIX en la que el movimiento republicano empieza a plantear problemas. La literatura inglesa de aquella época no pierde ocasión para ponerles mal, y pensé en darle la vuelta. No escribí la novela por eso, pero creo que ha dado juego.
- De Sabino Arana se conoce sobre todo la dimensión política, a menudo caricaturizada. ¿Cómo ha construido el resto del personaje?
- Pensando en un joven de aquella época y de su contexto social, muy marcado por el catolicismo y por cierto tipo de pensamiento; imaginando qué podían pensar y sentir alguien así. En este caso ha sido Sabino Arana, pero podría haber sido cualquier otro personaje histórico.
- ¿No teme que a alguien le parezca casi sacrílego?
- Si se hace con respeto, hay que perder el miedo a tratar a esos personajes históricos como personajes de ficción. En la novela no ensalzo a Sabino Arana, ni lo critico. No la he escrito para eso. Su perfil encajaba con el personaje que necesitaba, eso ha sido todo. Me he esforzado por ser verosímil pero, obviamente, el que habla en la novela no es Arana, sino el novelista.
- ¿Seguirá trabajando en esa línea con otros personajes, o volverá al ex ertzaina Goiko?
- Volveré a Goiko. Es mi personaje más emblemático, el más conocido, aunque de las 15 novelas que he publicado solo cuatro son suyas. De vez en cuando, para no cansar ni al personaje ni a los lectores, procuro hacer cosas diferentes como esta novela, con la que he disfrutado mucho. Ahora voy a dedicarme a Goiko, pero he pensado que en el futuro se puede seguir explorando la vía de la mezcla de personajes historicos y de ficción.
- ¿Algún candidato?
- Hay muchos personajes que merecen ser novelados, pero hay una persona muy interesante que se conoce poco, uno de los discípulos de Sabino Arana que luego tomó otro camino: el fundador de las Juventudes Socialistas Tomás Meabe.
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