La alegría de Jamie, las camisas de Love y el amigo sudafricano
El 'Beach Boy' feliz que ejerce de tal, el británico que quiere agitar hoy la playa y el ministro de Ciudad del Cabo que viene a inspirarse en Donostia
Parecía una de esas mañanas de estrellas del Zinemaldia, pero con el 'glamour' cómplice de la música. El Jazzaldia encadenó ayer en el museo de ... San Telmo dos ruedas de prensa consecutivas con los dos 'cracks' que protagonizan el arranque de esta redonda edición. Mike Love, el superviviente de The Beach Boys que mantiene el estandarte del mítico grupo, parecía un jubilado de Malibú, con sus 84 años y su camisa de flores, pero promete que hoy en el escenario del Kursaal será un adolescente. Y Jamie Cullum mantiene de cerca su aura de niño travieso aunque alguna de sus más fervientes admiradoras donostiarras detectara 'tinte negro contra las canas' en su pelo cardado.
Love rinde honor a su apellido desde que pisó suelo vasco. «Qué bonito es todo», «qué amables son ustedes», repite a las personas de la organización que le ayudan en sus días donostiarras. Puro amor. «Es muy profesional y cumple muy bien su papel», dicen. Alguien le preguntó por su mítica colección de camisas de flores. «No sé cuántas tengo, es mi uniforme de trabajo», responde con ironía. Hoy pisará el escenario del Kursaal con el actor y músico John Stamos, conocido por muchos por su papel en la serie 'Padres forzosos'.
Cullum, por su lado, se mueve ya aquí como en casa, y no escatima elogios sobre lo que llama «uno de los mejores festivales de música del mundo». Ayer volvió a estar encantador con la prensa y por la noche brillante, como siempre, en el Kursaal. El suyo y el de Yerai Cortés de mañana, también en el auditorio, son los grandes llenos de este año. Para los Beach Boys de hoy aún quedan entradas.
Cullum y Yerai Cortés protagonizan los llenos de este año. Aún quedan entradas para Beach Boys en el Kursaal esta tarde
Esta 60 edición es tan original que está teniendo sucesivos arranques. El fin de semana hubo aperitivos de lujo en Chillida Leku (qué delicioso fue, por ejemplo, el encuentro de Iñaki Salvador y Marco Mezquida), ayer tuvimos a Cullum en el Kursaal y esta noche es la inauguración popular, con Jamie otra vez en el escenario gigante de la playa, y luego The War and Treaty, que según Miguel Martín va a ser una divertida sorpresa. Mañana será la hora de la Trini.
El festival es ya un cruce de músicos y gentes curiosas. Hay un ilustre visitante que parece un músico pero ejerce cargo institucional: Ricardo Mckenzie es algo así como ministro de Cultura del estado de Western Cape, o Cabo Occidental, donde está Ciudad de Cabo, en Sudáfrica, y se interesa por todo lo que ocurre en torno al Jazzaldia y Donostia con intención de apuntar ideas (viene de Madrid, donde hizo lo mismo). Disfrutó en Chillida Leku con el experimento de Bascolombia y también ha gozado de las excelencias gastronómicas locales, en el Sukaldean de Aitor Santamaria, donde posó con Jesús Santamaría, alma de Bokado (y padre de Aitor).
Hoy se entrega el primero de los tres premios Donostiako Jazzaldia de este año: el baterista Bill Bruford recibirá el galardón en la llamada sala China del Victoria Eugenia. Por la noche actúa en el escenario Fnac de las terrazas del Kursaal con Pete Roth Trio. Es otro de esos conciertos que aparecen discretos en la programación pero prometen intensidad. Será a las 22.15.
Y hay otra gran noticia que no forma parte oficial del Jazzaldia pero los aficionados celebran por todo lo alto. El Altxerri reabre esta tarde, año y medio después del cierre, recuperando su espíritu de club de jazz y con la voluntad de convertirse en refugio permanente en Donostia de ese tipo de música. Con doble cita diaria, a las 19.30 y a las 21.30.
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