Los 30.000 de Bulego y el 'no pasarán' de Marc
El «mensaje antifascista» de Ribot al recoger su premio y 'la madre de todas las noches' / Miguel Martín anunciará hoy el paulatino proceso de su adiós
Qué pronto ha pasado y qué intenso y variado ha sido. El Jazzaldia echó anoche la persiana de su 60 edición y esta mañana llegarán ... los balances oficiales, de la mano del alcalde Eneko Goia y el director Miguel Martín. La asistencia probablemente sea algo inferior a la del año pasado, en parte por culpa de la lluvia cíclica que ha ido apareciendo intermitentemente. Martín, terminada ya la edición, dirá más claramente lo que ya insinuó en la entrevista de este periódico: en primavera cumple 70 años y hay que ir pensando en su progresiva sustitución. Donosria Kultura prepara ya el concurso público, pero el proceso aún se puede dilatar. «Yo voy a seguir trabajando y en diciembre, si toca, tendremos lista la programación de pago para sacar las entradas a la venta», dice. No hay prisa, ni en el Ayuntamiento ni en el equipo del Jazzaldia.
Bueno, ahora tendrán prisa... por descansar. El tramo final ha sido un tsunami. La del sábado fue, como se preveía, la madre de todas las noches, con un Bulego eléctrico que conectó desde el primer momento con la multitud. ¿Eran 30.000 los espectadores reunidos o el Jazzaldia tira demasiado por alto en sus cifras oficiales? Lo que está claro es que había muchos, y felices. Era lo previsto. La sorpresa vino después: los catalanes de Sidonie llevan treinta años siendo referentes 'indie', pero llamó la atención la cantidad de gente que se reunió en la playa para bailar el completo espectáculo del trío, que recordó cuántas veces ha visitado Donostia en este tiempo. ¿Eran 27.000 los reunidos, como dice la organización? Vale la misma respuesta: muchos y felices.
Las emociones siguieron ayer, de otro modo, en el Victoria Eugenia. El guitarrista Marc Ribot recogió en el escenario el premio del festival y lanzó un «alegato antifascista», en particular contra la política que rige hoy en su país. Judío norteamericano y veterano militante, pidió que Israel retire sus tropas de los territorios palestinos y lanzó un «no pasarán», así, en castellano, que repitió hasta tres veces. Uno de sus discos de hace años recoge precisamente canciones «antifascistas» incluido un vibrante 'Bella Ciao' cantado por Tom Waits. Ribot quería que su mensaje quedara grabado por las cámaras.
Marc Ribot, judió norteamericano y viejo militante, pidió que Israel retire sus tropas de los territorios palestinos
Luego dio un conciertazo que para muchos fue el mejor de los tres que ha ofrecido en esta edición. Un aficionado con muchos 'jazzaldis' encima aseguraba anoche que sus tres grandes momentos del año han sido los solos de Chris Potter en la Trini, el homenaje de ayer a Oscar Peterson en el Kursaal y la matinal de Ribot en el Victoria Eugenia.
La Trini vivió anoche el último concierto de 'la sesenta' con homenaje a Paco de Lucía. Antes algunos de sus músicos y otros virtuosos donostiarras cumplieron uno de los ritos de este año: firmar sus fotos en la exposición de San Telmo que recoge la historia del festival. Iñaki Salvador, Paul San Martín o el casi donostiarra Chano Domínguez, asiduo visitante del Jazzaldia, firmaron y posaron, aunque no se emocionaron tanto como Dee Dee Bridgewater: quienes le acompañaron a la firma de su foto no olvidan sus sollozos al ver en las paredes las imágenes de tantos amigos que ya no están.
Cada uno se lleva su concierto: algunos disfrutamos especialmente con Los diversos, ese grupo guipuzcoano que aún a tantos cracks, con diversidad o sin ella: como canta Simón Ezquiaga (su cara me suena) «¿qué es ser normal?». Llenaron las terrazas en un emocionante concierto
Ánimo, que ya asoma la Quincena Musical: ¡empieza el viernes! Esta ciudad no descansa.
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