Bugge Wesseltoft: «En los últimos años el jazz ha sido quizá demasiado conservador»

El teclista y pianista noruego Bugge Wesseltoft (Porsgrunn, 1964) clausurará hoy la 55 edición del Jazzaldia en la plaza de la Trinidad, en un concierto que supondrá el debut en el festival de Rymdem, el trío completado por los suecos Dan Berglund (bajo) y Magnus Öström (batería), antigua sección rítmica de e.s.t. (esbjorn svenson trio).

- Si no me equivoco, la de este año será su quinta vez en el Jazzaldia. ¿Qué recuerdos tiene de sus actuaciones aquí?

- ¡Oh! ¡Tanto San Sebastián como su festival están entre mis favoritos! La ciudad, la comida, el ambiente, la hospitalidad… Igual guardo mejor recuerdo de mi primera vez en 2002 porque nunca antes había estado allí y actué frente a miles de personas en la playa. ¡Fue increíble!

- Lleva usted 25 años de carrera en solitario y es considerado como una de las figuras europeas más importantes del denominado NuJazz. ¿Qué queda hoy de aquella etiqueta nacida en los años 90?

- Creo que el NuJazz era más bien un género de música de club bailable y yo siempre me consideré un músico de jazz con influencias de música de club. Sin embargo, supongo que Erik Truffaz, Nils Petter Molvaer, yo y unos cuantos más aún estamos trabajando por hacer buena música. También es divertido ver que el género está regresando gracias a una escena joven y fresca.

- Alguien definió el NuJazz como un estilo centrado en las canciones y no sólo en las habilidades de los músicos, ya que las melodías son frescas y los ritmos, nuevos y vivos. «Hace que el jazz vuelva a ser muy divertido», sentenció algún crítico.

- Como decía antes, el NuJazz se centró principalmente en el groove bailable. Tenía algunos solos y acordes bonitos, pero conectaba con la gente por el groove. El jazz solía ser música bailable en los años 50 y 60, así que creo que esa conexión era realmente genial.

- ¿Cree que a veces el jazz olvida su aspecto lúdico? En el pasado era música para el gran público, mientras que hoy es desgustada por una minoría y aparece como algo más intelectual.

- ¡Buena pregunta! Pero creo que el jazz como género ha sufrido altibajos desde el principio. Siempre dependerá de los artistas hacer que el jazz vuelva a ser relevante de nuevo. El jazz ha solido tomar otros géneros musicales y los ha mezclado con la improvisación. Quizá en los últimos años ha sido demasiado conservador y ha mirado hacia atrás en lugar de mirar hacia delante.

- ¿Con qué objetivo nace Rymden?

- Rymden significa hacer realidad mi sueño de formar un trío con Dan y Magnus, con quienes coincidí en muchos festivales en sus tiempos de e.s.t. cuando yo tocaba en New Conception. Luego les seguí en sus posteriores proyectos. Mi idea era mezclar la música de piano con elementos del rock y la música alternativa.

- ¿Qué supone tocar con la misma sección rítmica que el legendario trío e.s.t.?

- Puede haber similitudes con aquel grupo porque en él estaban Dan y Magnus, que tienen una forma concreta de tocar. Sin embargo, la diferencia es que la música de e.s.t. fue hecha por Esbjørn Svensson y la de Rymden la hacemos juntos.

- En su web dice: «No hay ningún músico o artista en el mundo que no esté inspirado por otros, pero lo importante es que la inspiración se desarrolle y trabajar para encontrar un medio único de expresión personal».

- Sí, tengo esa frase como punto de partida para hacer música mezclando todo tipo de inspiración con mi propio bagaje. Igualmente importante es comprender cómo comunicar tus ideas de la mejor manera para el público. En esencia, la música es una forma de comunicación, un lenguaje y un diálogo entre los músicos y los oyentes.

- También menciona usted el peligro o ser «una copia calcada» de otro gran músico del pasado o del presente. ¿Le preocupa?

- No, porque quiero pensar que he logrado desarrollar mi propio lenguaje musical, por supuesto, inspirado por un montón de grandes fuentes. Ser original requiere mucho trabajo y concentración, además de tener buenas cualidades como instrumentista.

- «Música hecha en Escandinavia», reza la etiqueta de Rymden. ¿Por qué el jazz escandinavo es tan fuerte y conocido en todo el mundo?

- Creo que empezó con una muy buena escena de jazz escandinava a principios de los 70. Jan Garbarek, Bobo Stensson y muchos más se convirtieron en guías y mentores para los jóvenes que a finales de los 90 expandimos la conciencia del jazz europeo: Erik Truffaz, Nils Petter Molvaer, e.s.t., yo mismo… De repente, muchos de nosotros éramos cabezas de cartel en los festivales. Hemos demostrado que es posible hacer música única y ser reconocidos en todo el mundo, incluso viniendo de un lugar pequeño.

- ¿Qué singularidades tiene el jazz escandinavo frente al preponderante americano?

- ¡La mayor parte del jazz en todo el mundo se inspira en el jazz americano… y viceversa! El jazz americano se inspiró en el jazz gitano de los años 20 y 'Kind of Blue', de Miles Davis, en la música impresionista europea. El jazz y el blues americanos también fueron originalmente una fusión de música africana y música religiosa europea... Lo bueno de la música es que siempre está en desarrollo y cambiando.

- Rymden debutó con 'Reflections and Odysseys' (2019) y en septiembre publicarán ustedes el segundo álbum, 'Spacesailors'.

- ¡Estamos muy contentos con el nuevo álbum! El primero fue muy espontáneo, lo grabamos tras dos ensayos y tres conciertos. 'Spacesailors' lo hemos hecho ya con la experiencia de haber ofrecido más de 70 conciertos, por lo que Rymden suena ahora como una banda y tiene un sonido más original.

- Según apunta el Jazzaldia, «al aspecto progresivo y de fusión» del primer trabajo, han «añadido elementos psicodélicos de los 60 y energía punk».

- No estoy tan seguro de lo de la energía punk, pero si hay influencias del rock y la música alternativa, tanto en el sonido como en el ritmo. Nos encanta pasar del sonido de un trío de piano totalmente acústico a tocar con efectos muy eléctricos y distorsionados.

- Lo que no cambia es el concepto del viaje: en el anterior hablaban de odiseas y en el nuevo, de marineros espaciales.

- ¡Es cierto! Creo que el hecho de poder viajar tanto con mi música tiene un gran impacto en mi estilo. Mi música sonaría muy diferente sin los viajes, los encuentros y la inspiración de los demás.