Speed, mítico grupo donostiarra de punk-rock: «Ser un espíritu libre da problemas; siempre se te enfrenta algún garrulo»
Con 35 años de tralla a sus espaldas, el mítico grupo donostiarra de punk-rock vuelve con '¿Por qué reina Felipe si Porky es nuestro rey?'
Cuando se cumplen 35 años del lanzamiento de su debut homónimo, Speed entrega su octavo disco, '¿Por qué reina Felipe si Porky es ... nuestro rey?' No es casualidad que su lanzamiento haya coincidido con el 12 de octubre ni que el actual monarca español figure tanto en el título como en la portada con el solo ánimo de «hacer un poco de ruido» y seguir apostando por «la risa y la farra».
Así lo explica el guitarrista Fernando 'Nando' Santacana, fundador de la mítica banda de punk-rock donostiarra junto a Ramón Munita, cantante y letrista. En la actual formación les acompañan hoy el bajista Luis Vega, que también estuvo en los Speed de los inicios, el batería Karlos Orbegozo y el guitarrista y productor Mikel González Badostain 'El Gordo'.
Fieles al espíritu Do It Yourself del punk, han manufacturado en su estudio casero un vinilo condiez temas originales a los que aplican la misma receta de siempre: tralla, velocidad y cachondeo. Además, la versión en CD contiene cinco temas regrabadis de distintas épocas del grupo como 'La máquina de reñir', 'Morirás' o 'Antigubernamental'.
«Nos gusta criticar lo que nos molesta y tener fuerzas para seguir haciendo punk-rock a nuestra edad. Eso es la libertad»
En los últimos tiempos, cada vez son más quienes les piden la reedición de sus viejos discos de los años 80. Clásicos como 'Speed' (1985) o 'Ya estamos en Europa' (1986) se cotizan a un precio altísimo entre los «coleccionistas locos», pero ellos prefieren seguir produciendo material nuevo. Tanto es así que en su segunda época, desde que volvieron a reunirse para grabar 'Antigubernamental' (2012), han reunido ya unas 40 composiciones, bastantes más que las que firmaron en sus años de gloria entre 1985 y 1990.
En su último disco, cuya producción es casera pero de lujo, destacan alaridos punk como 'Fuera!!!', en el que mandan a tomar viento fresco a ladrones, criminales, banqueros, mangantes, delincuentes, corruptos, pederastas, violadores y monarcas; 'Reciclo', que arremete contra quienes hacen negocio del reciclaje; 'Ten fe', un rock crítico con la religión que termina como un luminoso góspel salpicado de coros; o 'Cáncer terminal', en el que fabulan con el número de indeseables que se llevarían por delante si les dieran sólo unos pocos meses de vida. Y aunque las piezas fueron compuestas antes de la pandemia, hay dos de absoluta vigencia: 'Asesinos de la noche', que habla del moribundo ocio nocturno, y 'Sanidad universal', que refleja las grietas del sistema de bienestar: «Parece un disco premonitorio, sí».
Rebeldes, no antisistema
Sonríen cuando recuerdan episodios como aquella actuación de Speed para el programa 'Tocata', donde interpretaron 'Ya estamos en Europa' con Ramón vestido de torero y sin dejar de enseñar el dedo corazón a cámara. O cuando también en 1986 Gamberros Unidos, grupo paralelo de chirigota-punk que aquel verano arrasó con el himno 'Calderete' y que en otra actuó en la televisión pública cantó aquello de «¡Hazte un puro! / ¿Con qué? / ¡Con una china y un papel!». «Es inimaginable hoy en día. Los 80 fueron una época de absoluta libertad», evoca Nando, que también recuerda momentos amargos como la «ruptura» del grupo cuando al guitarrista de la época le llamaron para ir a México a tocar con Eskorbuto.
Y ahora, desde su retorno hace una década, se esfuerzan en mantener «la misma actitud de hace 30 años», algo que, en ocasiones, da problemas. «Siempre hay algún garrulo que se te enfrenta porque los espíritus libres no encajan y a menudo surge alguien que quiere meterte en el redil», observa el músico de un grupo «reivindicativo» a su manera pero que siempre ha apostado por «la farra». «Hemos seguido nuestro camino, no hemos sido activistas, o bueno, sí: hemos sido activistas de nuestra música, de nuestros amigos, de la fiesta y de nuestras historias», defiende Santacana.
El guitarrista tiene 56 años y se gana la vida como audioprotésico, mientras que Ramón trabaja en una imprenta. Todos en Speed tienen una ocupación al margen de la música y nunca se han profesionalizado en el ámbito artístico. «Esto no lo hacemos por dinero, sería un negocio ruinoso. Es el arte por el arte», explica dejando al descubierto el secreto de la supervivencia de la banda: «No dependemos del éxito de la música y, sobre todo, no nos debemos a nadie. Si vendemos 300 vinilos y 300 CDs, igual ahorramos para grabar el próximo disco en un estudio en condiciones, con eso nos basta, porque, ¿quién vive del punk-rock en el Estado? ¿Evaristo?», se pregunta retóricamente.
Mientras fijan ya la vista en el próximo trabajo, y para explicar cómo seguir siendo punks al filo de los 60 años, se remiten a otra de sus nuevas canciones, 'Nacido para vencer'. «Nacido para vencer / La energía es tu poder / Militante de la rebeldía / Esclavo de tu deber», reza el estribillo de uno de los «himnos corporativos» que suelen poblar los discos de Speed. «Somos rebeldes, no antisistema. Formamos parte del sistema, pero nos gustaría que las cosas fueran de otra manera, por ejemplo, en cuanto a la desigualdad social. Ante todo, nos gusta poder criticar lo que nos molesta y tener fuerzas para seguir haciendo punk-rock a nuestra edad. Eso es la libertad», concluye Nando.
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