Eibar desvela al fin 'El ciego de Arrate', el primer cuadro pintado por Ignacio Zuloaga

El Ayuntamiento de la villa armera guarda el misterio de la imagen con celo. Ha adelantado un fragmento, que ilustra esta página, pero no será hasta la Misa mayor de la mañana de San Andrés cuando el cuadro pueda verse en su totalidad. En este fragmento se observa la cabeza del ciego, pero faltan el resto del cuerpo y el perro que le acompaña. «Nos parece bonito mantener la sorpresa hasta el mediodía del día del patrón», dice Begoña Azpiri, de Ego Ibarra, la entidad municipal destinada a analizar, recuperar y difundir el patrimonio histórico y cultural de Eibar.

«Los Zuloaga siempre vuelven a Eibar», apunta Ignacio Suárez-Zuloaga, bisnieto del pintor, responsable de la Fundación que lleva su nombre y uno de los cómplices para que este 'ciego de Arrate' vuelva tan cerca del lugar donde fue pintado. «Estamos trabajando intensamente con el Ayuntamiento de Eibar y con otras instituciones para recuperar los valores de solidaridad y humanismo que mantuvo Zuloaga hasta el final. Queremos impulsar también la idea de los pueblos-taller, y la recuperación de este cuadro es un símbolo de todos estos proyectos».

Este primer óleo juvenil de Zuloaga, ya de grandes dimensiones (1,85 por 1,35) nunca se ha expuesto al público. Se sabe que fue adquirido por un cónsul chileno en París hace décadas y que, después de un largo periplo por Estados Unidos, permaneció enrollado en un tubo durante más de medio siglo en la casa de los descendientes del cónsul en cuestión. «En un momento dado, al abrir el tubo, descubrieron que era un Zuloaga gracias a los documentos que había en su interior», explican en la Fundación.

Los responsables de la Fundación Zuloaga lo adquirieron finalmente hace un año en Chicago, en una casa de subastas. No ha sido restaurado («aún no nos atrevemos a tocarlo, solo le hemos puesto un gran marco», dice Suárez-Zuloaga) y ahora se prepara para viajar hasta Eibar en su primer encuentro con el público. Será en la parroquia de San Andrés, del 1 al 6 de diciembre, de 5 a 6 de la tarde. «Para nosotros hay mucho simbolismo en el hecho de que sea en esa iglesia y en el pueblo de Ignacio donde la obra sea expuesta», dice Ignacio Suárez-Zuloaga.

Es una obra que se ha mencionado en algunos de los grandes estudios sobre el pintor, como el 'clásico' realizado por Lafuente Ferrari, pero rodeada siempre de misterio. Según los documentos que obran en poder de la Fundación, la revista Hermés, en su número de agosto de 1917, incluía el artículo de Pedro Mourlane Michelena titulado 'La familia' que recoge, a su vez, el texto que el viajero inglés Juan Jacobo Curtis publicó en la revista Widness de Edimburgo.

Curtis viajó a Eibar en 1888 y visitó el museo de Plácido Zuloaga, padre de Ignacio. En la conversación que mantuvieron los dos hombres Curtis pregunta a Plácido si su hijo pinta, y el damasquinador contesta: «Ha pintado a un ciego que hay en Arrate. Es un ciego de apostura bíblica que puede ser bien pintado, un Job en el estercolero. Iñacito le ha interpretado muy bien. El poeta Vicente Arana, de Bilbao, ha dicho que en ese cuadro, más que un ciego, se ve la Alegoría doliente de la ceguera. El muchacho andará por su pie». La sentencia de Plácido sobre su hijo Ignacio fue certera: pronto se convirtió en el pintor español de mayor proyección internacional, y en una leyenda del arte ya en vida.

Esa es la primera referencia literaria del cuadro que el lunes, día de San Andrés, será mostrado en la parroquia de Eibar. Las visitas guiadas del 1 al 6 de diciembre serán con cita previa, llamando al teléfono 943708423 (Ego Ibarra) o mediante el mail egoibarra2@eibar.eus.