Gaur, un colectivo para remover el arte
La Fundación Oteiza y Kutxa Fundazioa publican un libro que revisa la relevancia y significación de este grupo de artistas vascos a finales de los años 60
El grupo Gaur, aquel que constituyeron a finales de 1965 los artistas guipuzcoanos Amable Arias, Néstor Basterretxea, Eduardo Chillida, Remigio Mendiburu, Jorge Oteiza, ... Rafael Ruiz Balerdi, José Antonio Sistiaga y José Luis Zumeta ha tenido numerosas revisiones y estudios sobre su importancia artística y estética desde su constitución. Ahora, un nuevo análisis, realizado por el subdirector del Museo Oteiza, Juan Pablo Huercanos, incide en la importancia de esta formación más allá del aspecto plástico y busca las razones de por qué esta acción colectiva resultó tan relevante en el aspecto social.
Con el título 'Grupo Gaur. Arte y construcción colectiva. 1965-1967', el libro editado por la Fundación Museo Jorge Oteiza y Kutxa Fundazioa, se presenta esta tarde, a las 18.00 horas, en Kutxa Kultur Plaza en Tabakalera, con la presencia del propio autor y de los artistas Javier Balda y José Antonio Sistiaga, que fue miembro del grupo ahora analizado.
La galería donostiarra
Los integrantes de Gaur decidieron autoorganizarse y, aliados con el empresario Dionisio Barandiaran, establecer una nueva estrategia de posicionamiento colectivo desde el arte. «Su presencia puso en marcha un inédito dispositivo transversal e interdisciplinar que reivindicó un modelo alternativo de organización cultural protagonizado por los propios artistas», explica Juan Pablo Huercanos quien recuerda que el grupo «irrumpió en la escena cultural vasca en abril de 1966 con una exposición en la Galería Barandiaran, en la calle Bengoetxea de Donostia, en una acción pública que alteró las formas tradicionales de gestionar el arte».
El libro publicado ahora cuenta con imágenes hasta ahora casi desconocidas de la inauguración de dicha exposición. Las fotografías, que se encuentran en Kutxateka, fueron sacadas porArturo Delgado, que además de fotógrafo de 'La Voz de España', tenía una gran vinculación con el mundo cultural de San Sebastián. También hay otras imágenes de Paco Marí.
La edición incluye también una reproducción facsímil del catálogo y del cartel editados por la galería con motivo de esa muestra, diseñados por Javier Usabiaga y que actualmente se encuentran descatalogados. Los facsímiles se han editado en un formato ligeramente más reducido para mantener así la distancia con las ediciones originales.
Huercanos destaca en el libro que llama la atención que a pesar de su importancia artística por separado, estos creadores firmaron un contrato con la galería en el que se recogían las funciones que debían asumir cada uno y al mismo tiempo asumieron que los ocho integrantes del grupo eran los directores artísticos del espacio, lo que permite aventurar la gran implicación que tenían con el proyecto. A ello se suma también que parte de la venta de las obras se destinaba a una especie de caja de resistencia para artistas más necesitados.
Transformación social
«Más allá de la necesaria renovación estilística que propugnaban los miembros de Gaur, su llegada supuso una llamada a la organización colectiva de creadores de diferentes ámbitos estéticos, involucrados en la tarea común de generar nuevos modelos de funcionamiento y reivindicar el papel del arte y la creación como ejes centrales del proceso de transformación social que comenzaba a activarse en la segunda mitad de la década de 1960», reivindica el autor del libro.
'Grupo Gaur. arte y construcción colectiva, 1965-1967'
Autor; Juan Pablo Huércanos
Editorial: Fundación Museo Jorge Oteiza y Kutxa Fundazioa.
Pese a su carácter efímero, la acción conjunta de Gaur y la Galería Barandiaran estrenó una forma de resistencia activa desde la práctica artística, en estrecha relación con otras disciplinas como la pedagogía libre, la música, la danza o el teatro, marcando el inicio del proceso de renovación integral de las artes que precedió al movimiento de la llamada Escuela Vasca.
Gaur no fue el primer intento de una acción colectiva desde el arte guipuzcoano, que en ese sentido era un páramo. Un antecedente fue la 'Exposición de los 10', celebrada en diciembre de 1960, en la que un grupo de jóvenes artistas se posicionó en contra de los certámenes oficiales de Navidad. Arias y Ruiz Balerdi, junto al también artista José María Ortiz, la organizaron en el estudio del primero y participaron Basterretxea, Carlos Bizcarrondo, Gonzalo Chillida, Mari Paz Jiménez, Sistiaga, Miguel Ángel Álvarez, J. Francisco Villagarcía y Vicente Ameztoy.
«Eran tiempos», explica Huercanos, «en los que el franquismo abogaba por el arte individual y que estuviera desvinculado de las propuestas internacionales».
El autor señala que ha tratado de «traer un momento del pasado al presente. Establecer cómo se fraguó y desarrolló un acontecimiento de la época por una parte del mundo de la cultura guipuzcoana. Fue un acontecimiento insospechado y la galería Barandiaran fue un espacio de libertad».
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