Homenajes a Javier Aguirre y Helga Liné antes de entregar los premios

Es difícil encontrar un director con vocaciones tan contrapuestas dentro del cine. Aguirre hacía el cine más comercial y alimenticio, ya fueran musicales con Los Bravos y Parchís o comedias taquilleras como 'Los que tocan el piano'; pero también el más radical y experimental, con su vertiente de lo que llamó 'anti-cine'. Y también practicó con la misma dedicación un cine de autor, con títulos como 'Carne apaleada' y 'Vida perra'.

Por si fuera poco, la filmografía de Aguirre incluye dos películas de cine fantástico, ambas de 1973, 'El jorobado de la rue Morgue' y la que se proyecta esta tarde como homenaje al cineasta en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, 'El gran amor del conde Drácula', con Paul Naschy.

«Con todo esto de la pandemia no habíamos tenido ocasión de rendir homenaje en su ciudad a Javier Aguirre», explicó ayer el director de la Semana, Josemi Beltrán, que ha colaborado con Filmoteca Vasca para recuperar este filme. «Su filmografía es extensísima», explicó Joxean Fernández, director de Filmoteca Vasca, y hay que recordar que algunas de sus películas fueron más taquilleras que las de cualquier otro cineasta vasco. La trayectoria de Javier Aguirre es extraordinaria y excepcional».

Su hermana Begoña explicó que Javier consiguió ir a estudiar cine a Madrid, «y tuvo como profesores a Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem. A mí me encantaban sus cortos, desde el principio. Y el cine experimental que hizo luego me gusta muchísimo y lo sigo disfrutando».

«El dinero que conseguía con el cine comercial le permitió comprarse una casa y dar estudios a sus hijos, y lo demás lo destinaba a su cine experimental, que es verdadero arte, por eso el Museo Reina Sofía compró gran parte de su anti-cine», explicó Begoña.

El cineasta Diego López también conoció a Javier Aguirre y le ayudó en un proyecto titulado 'Latidos', con el que «iba a una gran ciudad, escogía un lugar muy conocido y filmaba un plano de una hora con lo que pasaba por delante. Luego quería montar los diez o doce planos seguidos, pero creo que no llegó a completarla».

Diego López es también el director de 'La dama del fantaterror', un cortometraje de quince minutos en el que ha querido condensar «de forma dinámica» la trayectoria de la actriz Helga Liné, que «era una diosa en el cine de terror, el peplum o el cine italiano». Una entrevista y los tesoros que guarda en un baúl en su casa de Argentina son la base de esta reivindicación de la actriz de origen alemán.

En el Victoria Eugenia se celebrará a las 18.30 la sesión de clausura de esta 31 edición restringida por la pandemia, con la entrega de premios y la proyección de la película francesa 'Mandibules', de Quentin Dupiex.