Los centros culturales recortan sus horarios para paliar el encarecimiento del gasto energético

Desde comienzos de año, el Centro Internacional de Cultura Contemporánea permanecerá cerrado los lunes, mientras que los días laborables abrirá a las diez de la mañana, una hora más tarde sobre el horario establecido desde su inauguración, en 2015. Esta decisión «forma parte de la batería de medidas que se vienen adoptando en los últimos meses, entre las que se incluyen también las modificaciones relacionadas con la iluminación y la climatización del edificio», según explica el propio centro.

Desde Tabakalera se recuerda que entre 2021 y 2023 «el coste en electricidad ha sufrido una subida de un 160% y de un 173% en el caso del gas», lo que ha obligado a adaptar el calendario y el horario de apertura al público. Estos 100.000 euros de ahorro suponen un 1,3% de los 7,5 millones de euros presupuestados para este año, un 11% más que en 2022, precisamente debido a este encarecimiento de los costes energéticos.

En opinión de la directora general de Tabakalera, Edurne Ormazabal, el nuevo horario no resulta excesivamente lesivo para el usuario ya que «el lunes es el 'día de descanso internacional' de museos y centros de cultura, en nuestro caso ya manteníamos cerrados el MediaLab, el cine y las salas de exposiciones. En cuanto a retrasar la apertura de nueve a diez de la mañana, obedece a una estudio de los flujos de público. Hemos visto que la afección era menor si abríamos una hora más tarde que si cerrábamos una hora antes. En cualquier caso, preferíamos adoptar estas medidas que reducir la programación y actividades del centro», explica la responsable del Centro. En este punto, Ormazabal recuerda que los espacios y servicios destinados a los creadores -Espacio de Artistas y el laboratorio de audiovisuales 2deo-, continúan disponibles los lunes.

A la cuestión de cuándo recuperará Tabakalera su horario original, Ormazabal confiesa que no se siente en condiciones de responder. «Que termine la guerra de Ucrania no quiere decir que los precios del gas y la electricidad vuelvan automáticamente a los de hace un año. Por de pronto, el nuevo horario de apertura estará en vigor durante todo 2023». Lo que sí descarta es aplicar nuevas medidas de ahorro por cuanto -contemplando un aumento de la autofinanciación de cuatro puntos hasta alcanzar el 27%-, «el presupuesto está cuadrado». La aportación de Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamiento se mantiene en un total de 5.070.000 euros entre las tres instituciones.

Ormazabal indica que tras tan sólo dos lunes con la medida en vigor, desde el Centro aún no han tenido el tiempo suficiente como para pulsar la opinión de los usuarios, pero indica que «salvo algún señor que vino con sus nietos el primer lunes a primera hora, el público ya estaba al tanto de los nuevos horarios de apertura».

En el caso de San Telmo, que en lugar de abrir una hora más tarde cierra desde noviembre una hora antes -a las siete, excepto para las actividades del salón de actos-, la medida se mantendrá previsiblemente sólo hasta marzo. Los estudios del museo donostiarra -que cierra los lunes- evidencian que el público que visitaba las salas de exposiciones entre las siete y las ocho de la tarde suponía únicamente un 3% del total. Este cierre adelantado se suma a otras medidas «destinadas a racionalizar el gasto debido a que los costes energéticos se han disparado», explican desde San Telmo, que no obstante recuerdan que el apagado total de los espacios expositivos no es posible. «Debemos mantener las salas bajo ciertas condiciones de humedad y climatización», apuntan.

Con un presupuesto de 4,6, de los cuales algo más de uno sale de taquilla y el resto lo aporta el Ayuntamiento, el museo donostiarra también ha buscado una fórmula de ahorro que repercuta lo menos posible en el usuario. El ahorro estimado es de 25.000 euros -5.000 por mes entre noviembre y marzo-. En cuanto al salón de actos -en el que se celebran conferencias, charlas y presentaciones-, mantiene su horario de cierre hasta el término del acto programado, que suele ser en torno a las nueve de la tarde. De hecho el nuevo horario se suma a otras medidas de ahorro aplicadas en las oficinas o en la propia iluminación de la fachada de la Plaza Zuloaga, que se apaga a las diez de la noche.

El Koldo Mitxelena no ha variado su horario de servicio público y se mantiene abierto de lunes a viernes, de 8.30 a 20.30, y los sábados de 8.30 a 14.00 horas. El consejo de Gobierno aprobó ayer el proyecto de reforma del edificio, con un presupuesto de 8,4 millones y un plazo de ejecución de 21 meses.