Carlos Malles: «Todos los partidos de Hondarribia quieren que el Blues Festival regrese»
Director del Bluesaldia ·
El organizador del Hondarribia Blues Festival apela a la buena voluntad del Ayuntamiento para recuperar la cita musicalCarlos Malles, director y organizador del Hondarribia Blues Festival desde su primera edición, cree que el Ayuntamiento de la localidad está a tiempo de recuperar ... la cita musical después de su suspensión el año pasado. «Todo depende de la voluntad del equipo de Gobierno, pero está claro que todos los partidos de Hondarribia quieren que vuelva a haber un festival este verano», afirma. El promotor explica que es la amenaza de un embargo la que le ha llevado a romper esta semana su silencio en torno a la cancelación de la última edición. De momento, el Ayuntamiento señala que prefiere estudiar los datos que pone sobre la mesa Malles antes de pronunciarse y que trabaja en la celebración de un festival en 2020.
- Sorprende que haya esperado casi un año a dar su versión sobre la suspensión del festival. ¿Por qué lo ha hecho ahora y no cuando se anunció el pasado mes de mayo que dejaría de celebrarse?
- Si he mantenido silencio es porque tenía la esperanza de que el Ayuntamiento de Hondarribia abonase la subvención que aprobó para la última edición del festival, la de 2018. Como no terminaba de creerme que iban a acabar haciéndome a mí responsable de ese dinero o que quisieran dar portazo de esa forma a un festival que tanto beneficia a Hondarribia, me resistía a contar los entresijos de lo que estaba pasando. Pero cuando el 26 de diciembre me llegó un decreto con una amenaza de embargo decidí que era hora de hablar.
«He hablado con el presidente del PNV de Hondarribia y también apuesta por el festival»
«Me cuesta creer que el alcalde se quede de brazos cruzados viendo mi posible ruina»
- ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
- El Ayuntamiento aprobó en diciembre de 2017 una subvención de 280.000 euros para el festival de 2018 y me encargó que lo organizase a través de mi empresa, una fórmula que ya habíamos utilizado en las seis primeras ediciones. El festival se celebró a satisfacción de todos, como reconoció en declaraciones públicas el alcalde, pero a finales de 2018 la Intervención municipal cambió de criterio y dictaminó que la subvención no podía ser nominativa y que solo podía abonarse una vez que se hubiesen hecho efectivos los pagos. Nosotros ya habíamos abonado para entonces buena parte de las minutas de los profesionales, pero quedaban pendientes tres facturas: la de infraestructuras como las carpas, los escenarios o las gradas, la de la Sociedad General de Autores (SGAE) y la de gastos de empresa.
- ¿Cómo se desglosan?
- Hablamos de unos 60.000 euros en infraestructuras, algo menos de 10.000 a la SGAE y unos 40.000 en gastos de empresa. Quiero dejar claro que esta última cantidad no es mi sueldo, sino gastos de organización como viajes al extranjero para contratar artistas, gastos de teléfono, pago de asesores...
- En total unos 110.000 euros.
- 108.000 para ser exactos.
- Pero la fórmula de la subvención nominativa ya la habían utilizado en las primeras ediciones.
- El esquema de los primeros años era el mismo, pero con el tiempo el festival se consolidó y se fue haciendo grande. El Ayuntamiento asumió su organización hacia 2011 y entonces me contrataba a mí y a mi empresa. Para nosotros era más cómodo porque nos ahorraba riesgos y un montón de papeleo. Pero desde el punto de vista operativo no era nada funcional porque la maquinaria municipal no tiene la agilidad ni la capacidad de maniobra que requiere un acontecimiento así.
- Deciden entonces recuperar la fórmula inicial.
- La desidia municipal hizo que el festival empezase a perder apoyo y en 2018 decidimos recuperar el formato original de acuerdo con el Ayuntamiento. Todo fue sobre ruedas hasta que de repente la nueva interventora dictamina que hay un cambio de criterio en lo que respecta a las subvenciones. En lugar de subsanar el error administrativo para seguir adelante, como se ha hecho en otras ocasiones, el alcalde ha preferido agarrarse a esa interpretación tan exquisita de la ley para cargarse el festival, que era su afán.
- Le acusa de obrar con inquina.
- Me cuesta creer que se quede de brazos cruzados cuando ve el marrón que se me viene encima, que puede suponer mi ruina y la de mi familia.
- ¿Cree que se puede reconducir la situación?
- Nosotros estamos dispuestos a poner todo de nuestra parte para seguir con el proyecto. Todo está pendiente de su buena voluntad. Me he reunido con los grupos de la oposición y todos apuestan por recuperar el festival. Incluso he hablado con el presidente del PNV de Hondarribia, partido al que pertenece el alcalde, y también quiere que haya festival. Está claro que es el máximo responsable de la gestión del Ayuntamiento de Hondarribia el que tiene la palabra.
- ¿Habría tiempo para organizar un festival este año?
- No tendría tanta calidad como el de la última edición, pero sí se podría hacer un buen festival. Todo depende de la voluntad del alcalde.
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