En un barrio de Bilbao
Crítica de teatro: La Tarara (Hika Teatroa) ·
Es la calle San Francisco de Bilbao, en los años 70. También en otras fechas hasta ya entrado el siglo actual. Fechas que se van cruzando, surgiendo y desapareciendo hasta formar un rompecabezas narrativo que es una de las características que marcan este espectáculo. En el texto original ocurría en Alicante, de donde es Josi Alvarado, la autora. Bilbao, Alicante, da lo mismo. Pensemos en cualquier barrio humilde de cualquier ciudad española en aquellos años en los que una época apuntaba a su final y otra, mucho más respirable, esperaba para salir a escena.
'La Tarara' es una función que no pierde interés ni fuerza desde el principio. El camino del ir y venir por tiempos diversos y la disposición con lentitud de la información que va recibiendo el espectador sucede con buena mano, como si saláramos un plato con delicadeza. Claro que ello probablemente pueda aportar ciertas dificultades para seguir la historia, puede que alguna incomodidad. Pero con este tipo de propuestas suele ser bueno dejarse llevar, no adelantarse, dejar hacer y esperar que el final sea capaz de reunir bien todas las piezas.
Y eso, que no es sencillo, se logra. Y ocurre sin conejos narrativos que salgan de la chistera ni sorpresas sospechosas de haber sido convocadas a última hora. Transcurre la obra con suavidad, también con algunos momentos de tensión baja, pero siempre uniendo bien el drama, el tono poético, la música. Y bien interpretado en su conjunto, pero especialmente con Sandra Ferrús y Kepa Errasti llevando con eficacia el peso del espectáculo.
Es una función que aporta modestia a la complejidad y quizás ahí resida buena parte de su valor, el de construir una obra que no se disuelve en sentimentalismos y prefiere ser sugerente.