Los archivos fotográficos de los Koch se incorporan a los fondos de San Telmo

El director de Donostia Kultura, Jaime Otamendi; la directora de San Telmo, Susana Soto, y Edurne y Arraitz Koch Elizegi, que han participado en el acto en representación de su madre, Mari Paz Elizegi y sus hermanas, han destacado la importancia del momento, que han calificado de «emocionante» y han enmarcado en el deseo de la familia de que el trabajo de ambos fotógrafos quedara a disposición de los ciudadanos.

Edurne Koch, también fotógrafa al igual que otros miembros de la familia, ha afirmado que materializar la donación y depositar los fondos en el museo supone «cerrar un círculo», ya que tanto su padre como su abuelo tenían una conexión muy estrecha con San Telmo. El hecho de que ambos fueran miembros de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que durante años tuvo su sede en el edificio, les llevaba con frecuencia a San Telmo pero, además, «el aitona llevaba muchas veces al aita al museo, y el aita hacía lo mismo con nosotras»

Los responsables del museo, además de agradecer la generosidad de la familia, han subrayado la importancia del fondo, asegurando que «la calidad del trabajo de ambos convierte estos archivos en material de gran interés para la historia de la fotografía y muchas de sus imágenes de paisajes, escenas rurales o marineras, o retratos constituyen un archivo de enorme interés para el estudio de la sociedad vasca y de su representación».

La directora de San Telmo Museoa ha destacado igualmente el modo en que la familia ha cuidado y conservado los archivos de ambos fotógrafos, segunda y tercera generación respectivamente de un linaje que inició Willy Koch Schoneweiss (Solingen, Alemania, 1879-San Sebastián, 1950) y que continúan las generaciones más jóvenes. El fondo ha llegado «muy bien conservado, inventariado y catalogado, pero a partir de ahora se abre un nuevo período de trabajo para que, en el futuro, pueda ser dado a conocer al público.

En ese sentido, San Telmo Museoa se ha comprometido a realizar una labor de «conservación y difusión de la obras que componen la colección» y, además de los iniciales trabajos técnicos de registro, catalogación y localización de todos los materiales, «pondrá en marcha un plan de digitalización de la colección y la difundirá a través de su página web así como a través de su catálogo de colecciones».

El fotógrafo Carlos Cánovas, uno de los dos expertos que asesoran al Museo sobre la colección, ha asegurado el paso que se ha dado esta mañana «es el principio feliz de algo, no el final, porque un fondo con contenidos tan diversos, estéticamente lejanos aunque tengan alguna afinidad, plantea problemas, por lo que se abre una etapa en la que tenemos que pensar en dar la mayor difusión a cada material».

Ambas colecciones son, ciertamente, muy diferentes, como diferentes fueron los tiempos que vivieron los dos Koch, y distinta su aproximación a la fotografía. La colección de Sigfrido Koch Arruti, la más extensa, está formada por unas 5.000 unidades, entre las que predominan las diapositivas. El fondo cuenta también con archivadores de negativos, amplaciones, fotolitos, fotografías enmarcadas de una exposición que se realizó en San Telmo...

La de Sigfrido Koch Bengoetxea, por su parte, está formada por más de 1.200 objetos muy diversos (placas de cristal, placas de plástico, negativos, positivados...), y en ella destaca un trabajo muy especial que apenas ha sido difundido hasta la fecha: el 'álbum de la Guerra'. Consiste en 231 fotografías de pequeño formato, ilustraciones, recortes de periódicos y fotocopias de documentos que, como ha recordado Edurne Koch, su abuelo compuso «poniendo en riesgo su vida» para dar testimonio de lo devastadora que fue la Guerra Civil.

El Historiador e Investigador de la Fotografía Lee Fontanella, que al igual que Carlos Cánovas asesora a San Telmo Museoa en lo que respecta al tratamiento del fondo que ha recibido, considera que el álbum es «una noticia para una mayoría de españoles vivos, y lo es múltiples veces más para cualquier historiador allende los Pirineos. Se trata de un legado de mucha importancia para la propiedad intelectual de todo el mundo, almacenado en una gran institución del País Vasco».

La difusión del trabajo de los Koch comenzará, justamente, con una exposición dedicada a Koch Bengoetxea, que estará comisariada por Lee Fontanella y se celebrará, previsiblemente, en 2021. Para la segunda, la dedicada a Koch Arruti, se dan un plazo máximo de diez años.