La actividad cultural aprovecha la ampliación de horarios para recuperar su público
La prolongación hasta las 22.00 permite a los cines 'optimizar' salas. El fin del confinamiento sirve ya a museos y teatros para ampliar visitas, aunque sigue el límite de aforos
Los domingos con cierres perimetrales el Aquarium registraba una media de 200 visitantes, procedentes de Donostia casi en su totalidad. El pasado domingo, primer ... día sin restricciones, la cifra se dobló: más de 500 personas compraron entrada para recorrer el museo más popular de Gipuzkoa. La mitad procedía del interior del territorio, pero también hubo muchos franceses, navarros y vizcaínos.
Es solo un ejemplo pero ilustrativo: los museos, teatros y centros culturales confían en recuperar ya parte del público perdido durante el estado de alarma. Las limitaciones de aforo se mantienen, pero todos los consultados por este periódico destacan dos grandes «saltos positivos» con la nueva normativa: la ampliación de horarios, con posibilidad de prolongar ahora las actividades hasta las diez de la noche, y sobre todo el fin de los confinamientos municipales y territoriales, que permite al público desplazarse sin cortapisas.
Los cines, por ejemplo, se van a beneficiar ya de los nuevos horarios. Hasta ahora debían cerrar a las nueve de la noche; con la nueva situación, a las 22.00. La limitación de aforo y la imposibilidad de comer dentro de las salas se mantiene. «Esa hora extra nos permite que los horarios de las películas vayan a ser mucho más comerciales que los actuales», explica Iñaki Elorza, de Sade. «Un filme de dos horas y media, por ejemplo, nos obligaba a iniciar la última sesión a las 18:30, y eso nos penalizaba. Con el mayor margen de horas esperamos que todo el mundo encuentre su película a una hora a la que pueda acudir», añade.
Las claves
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Museos El Aquarium dobló el domingo, con más de 500 visitantes, la cifra de los domingos con restricciones
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Cines La posibilidad de cerrar a las diez de la noche permite que la última sesión empiece más tarde
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A la expectativa Los centros de Donostia Kultura y el Kursaal siguen igual, a la espera de cómo evoluciona la situación
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Salas de conciertos Con el nuevo horario locales como el Dabadaba empezarán más tarde los conciertos, a las 20.00
En Donostia Kultura, de la que dependen teatros, museos como San Telmo y casas de cultura, la situación se mantiene como hasta ahora a la espera de cómo evolucionen las cosas. «Siguen todos los protocolos sanitarios sin relajarnos ni un ápice», explican fuentes de la entidad, «pero sí nos congratulamos de que gente de fuera de la ciudad pueda acudir de nuevo a nuestras actividades culturales», explican.
En la misma línea, desde el Kursaal explican que con el nuevo decreto «lo único que ha variado es el horario de cierre y su prolongación hasta las 22.00». También apuntan en la sociedad Kursaal que «la limitación de movilidad había hecho que la gente devolviera entradas si su municipio entraba en rojo. A partir de ahora la venta de entradas suponemos que será más fácil. Pero de aforo seguimos igual». En el auditorio no puede haber más de 600 espectadores, aunque su capacidad sea de casi 1.800 plazas.
Se trata de mirar al futuro. Es el caso de la Euskadiko Orkestra, que encara la recta final de este curso extraño. «Mantenemos el camino trazado hasta final de la temporada», responden fuentes de la sinfónica vasca. «Nos quedan dos programas hasta junio con la limitación ya conocida de 600 espectadores de aforo e inicio a las 19.30h. En el último programa, que se desarrolla los días 11 y 14 de junio, habrá doble sesión, a las 17.30 y 19.30». Se mantiene también una duración de concierto limitada a una hora y sin descansos.
La confianza de la orquesta
«Lo más importante con la nueva situación es esperar que aumente la confianza y venga más gente a nuestros conciertos», agregan en la Euskadiko Orkestra. «Es nuestra clave en este momento. Continuaremos con todas las medidas de seguridad. Seguimos sin registrar ningún contagio en nuestros conciertos. Hay que transmitir confianza».
El día 29 de mayo se revisan, en teoría, las medidas tomadas por el Gobierno Vasco, de modo que hay una situación de provisionalidad a la espera de ver cómo evolucionan las cosas. Los grandes festivales, por ejemplo, ya han anunciado su celebración, pero sin detallar aforos y salas. Es el caso del Jazzaldia, que ha avanzado parte de la programación pero sin concretar, y de la Quincena Musical y el Zinemaldia, que trabajan con varias hipótesis sus contenidos de este verano.
Los museos confían también en que el fin del confinamiento mejore la movilidad del público. Es el caso de museos donostiarras como el Aquarium. «Nos visitan muchos vecinos de San Sebastián, pero nuestro crecimiento va vinculado al turismo, y la esperada llegada de visitas en lso próximos meses será fundamental para recuperar nuestras cifras», indican en el museo.
Es lo mismo que apuntan museos señeros del territorio guipuzcoano, como el Oiasso de Irun o el Topic de Tolosa, que han mantenido su actividad estos meses pese a las restricciones y ahora esperan que vuelvan los visitantes de otras zonas de Gipuzkoa y del exterior del País Vasco. Este fin de semana, precisamente, se celebra el Día Internacional de los Museos con distintas actividades en todos ellos.
El caso del Dabadaba
También miran con atención las nuevas medidas los centros culturales de iniciativa privada. Salas de conciertos como el Dabadaba donostiarra se beneficiarán ya de la ampliación de horarios. «Hasta ahora estábamos celebrando los conciertos a las siete de la tarde para que la sala estuviese despejada antes de las nueve de la noche, pero ahora podremos comenzar las actuaciones a las ocho de la tarde, una hora más acorde con los hábitos de nuestro público y con estos días de primavera, con tanta luz aún a esa hora de la tarde», dice uno de los responsables de la sala del camino de Mundaiz. «Este viernes, por ejemplo, tenemos concierto con Olimpia y empezará a las ocho de la tarde».
«Mantenemos la limitación de aforo a sesenta personas y la semana que viene volveremos a trabajar como bar, con vistas a que todo vaya volviendo a la normalidad», explican en el Dabadaba. Es el mismo deseo que expresan todos los actores culturales.
El ejemplo de Chillida Leku y su mirada «segura y optimista»
La opinión de Mireia Massagué, directora de Chillida Leku, sirve de baremo sobre cómo ven la situación actual los museos guipucoanos. «Durante el último año hemos centrado el trabajo en garantizar la seguridad de nuestros visitantes», dice la responsable del museo de Hernani. «Desde que pudimos reabrir nuestras puertas, tras el confinamiento de la primavera de 2020, el museo ha demostrado ser un lugar seguro para disfrutar de la naturaleza y el arte. Sabiendo que Chillida Leku atrae a público nacional e internacional, a medida que se vayan eliminando las restricciones de movilidad aumentará el numero de personas que nos visiten. Por eso estamos preparando un programa de verano con el que ofrecer una gran variedad de actividades para las personas que nos visiten». «Vemos el futuro con optimismo y esperamos recibir, con el aumento de la vacunación y la mejora de la situación, a todos aquellos que nos quieran visitar de forma tranquila. El museo seguirá siendo un espacio seguro», remarca.
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