La factoría Albaola de Pasaia es ya el tercer centro cultural más visitado de Gipuzkoa

Si 2016 estaba llamado a ser un año clave para Albaola, su balance final no ha defraudado en absoluto. «Ha sido redondo desde todos los puntos de vista, un año de crecimiento en todos los aspectos», aseguraba ayer el presidente de esta asociación, Xabier Agote, en el acto la presentación tanto de la memoria de actividades, un documento que refleja un incremento en los datos e indicadores en todos los ámbitos de trabajo, como del estudio de impacto socioeconómico.

El acto tenía como escenario la Factoría Marítima Vasca, ese espacio museístico que recrea el universo surgido alrededor de la construcción del galeón 'San Juan'. Sus instalaciones, situadas en los límites de la bahía de Pasaia, se han convertido en punto de referencia para los habitantes del territorio y de otros rincones del mundo, hasta el punto de rozar las 50.000 visitas a lo largo del pasado ejercicio, una cifra de auténtico récord.

«El número de visitantes se incrementó en un 30% y este año continúa aumentando también», manifestaba Agote, quien comparecía ante la prensa junto a la alcaldesa de Pasaia, la socialista Izaskun Gómez, y el diputado foral de Cultura, Turismo, Juventud y Deportes, Denis Itxaso. Su presencia no era casual, no en vano 2016 también fue un año especialmente relevante por la implicación de las diferentes instituciones.

Al apoyo cómplice del Ayuntamiento de Pasaia y de la Agencia de Desarrollo Comarcal Oarsoaldea se sumaba en los últimos doce meses el de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el del Gobierno Vasco, que decidieron dotar de estabilidad económica al proyecto, «porque la Factoría es el motor, pero la gasolina viene de la financiación».

Con un presupuesto cercano al millón de euros, la mitad de sus ingresos procedieron de las arcas públicas (467.631 euros), mientras que el 50% restante se dividió a partes iguales entre los diferentes patrocinios empresariales y los ingresos derivados de la entrada de visitantes.

«Estamos muy contentos de las alianzas que se están creando con las instituciones del País Vasco. Gracias a ellas hemos dado un salto cuantitativo y cualitativo alrededor de nuestro proyecto estrella, la nao San Juan, y de la infinidad de proyectos que hay entorno a ésta», indicó el presidente de Albaola, enumerando algunos de los hitos del último año. Entre ellos, la «espectacular» caravana de carretas que recorrieron los 300 kilómetros que separan Burgos de Pasaia para transportar el alquitrán que precisa el barco.

Izaskun Gómez destacó el impacto que Albaola tiene sobre el municipio de Pasaia y todo su entorno más cercano. Por un lado, cualitativamente, recuperando la historia marítima de la localidad y situando a ésta en «el mapa del patrimonio marítimo mundial». Desde el punto de vista cuantitativo, la regidora puso el acento en el desarrollo socioeconómico, «creando riqueza y puestos de trabajo, al tiempo que contribuye a la reactivación de la economía local».

Basándose en el estudio de impacto socioeconómico, en el que se ha empleado una metodología similar a la utilizada para evaluar el museo Guggenheim de Bilbao o el Palacio de Congresos del Kursaal, la alcaldesa subrayó que el impacto económico en este último año supera los 3,08 millones de euros -la suma de los 556.095 euros de impacto directo y los 2,53 millones de euros de impacto indirecto potencial-.

«No hay que pasar por alto el haber sido capaces de conseguir el patrocinio de la Unesco, así como el enorme interés mostrado por personalidades relevantes de la investigación, el patrimonio cultural, la cooperación, el ámbito social e institucional», declaró.

La primera edil de Pasaia hizo referencia a otras cifras no menos significativas, como la de los 353 voluntarios de diferentes países que participan en la construcción de la réplica del emblemático galeón como las más de 400 referencias logradas en medios de comunicación nacionales e internacionales. «Si valoramos esa presencia económicamente, estaríamos hablando de una cifra de 1,54 millones de euros», apuntó.

Por delante de Balenciaga

En palabras de Denis Itxaso, Albaola es «un proyecto estandarte» y actualmente, «el más audaz y ambicioso» de los existentes en la costa vasca. Su afirmación se basa tanto en las cifras dadas a conocer ayer como en la capacidad «humilde» de dicha infraestructura de colaborar con «otras muchas iniciativas». «Comparte su talento, lo muestra, lo abre y enseña a otros», indicó.

El diputado foral de Cultura, Turismo, Juventud y Deportes también se refirió en su intervención ante los medios de comunicación a la dimensión turística de la Factoría Marítima Vasca, asegurando que, junto con el flysch de Zumaia y la Basílica de Loiola, «Albaola es uno de los puntos más visitados por los turistas».

«La Factoría es en estos momentos, según el Observatorio de Turismo de Gipuzkoa, el atractivo turístico que más recorrido tiene todavía por desarrollar, y eso, ante todo, sitúa al Ayuntamiento de Pasaia ante un reto y un desafío enorme», declaró.

Añadió, además, que «este centro tiene tal atractivo que, si esa gran masa de visitantes internacionales empiezan a venir en el mismo porcentaje que vienen al conjunto de Gipuzkoa, el nivel de crecimiento que tiene este centro será muy grande, hasta el punto de situarse por delante de centros como Balenciaga».

Itxaso subrayó el rápido crecimiento experimentado en pocos años por Albaola, «sin parangón en ningún otro recurso cultural y turístico del territorio», al tiempo que lo presentó como «el proyecto con mayor potencial y recorrido por hacer cara al futuro».

Para finalizar, auguró a la Factoría Marítima Vasca Albaola una trayectoria «muy prometedora» tanto en el ámbito cultural como en el turístico, ligada a circunstancias como el Festival Marítimo de Pasaia proyectado para mayo de 2018 o a la nueva etapa que vivirá el Museo Naval de San Sebastián, de la mano de Raúl Pérez de Iratxeta en colaboración con Albaola.

Denis Itxaso calificó de «éxito» el que se haya conseguido «girar el foco» de atención, en un principio ligado a la botadura de la nao, al proceso de construcción. «Hay que ponerlo en valor, porque la botadura será un gran día, pero no puede empañar el proceso. Después ya habrá tiempo, una vez que se bote el San Juan, de pensar en cómo se sigue», concluyó.

Xabier Agote reafirmó su compromiso de continuar guiando la singladura de Albaola en las dos direcciones que se ha marcado. Por un lado, la destinada a «contribuir a dar a conocer el legado marítimo de nuestros antepasados aquí, en el País Vasco, pero también a nivel internacional». Y por otro, la de continuar apostando por el desarrollo socioeconómico de Pasaia y su entorno.