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Miguel Lorenci
Jueves, 2 de febrero 2017, 12:57
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Willem de Kooning tenía que optar por comprar comida o tabaco y robaba la electricidad a sus vecinos. Vender un cuadro era un insólito milagro para el primer Jackson Pollock. Mark Rohtko vivía a mediados del siglo XX de un mísero sueldo, los 150 dólares ...
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