Zumaia
Malen Etxea exige «el fin de la discriminación estructural en el ámbito de los cuidados»La asociación de mujeres ha publicado un documento bajo el título 'Ni invisibles ni prescindibles: por una jubilación justa para las trabajadoras migradas del hogar'
Sara Utrera
zumaia.
Martes, 28 de octubre 2025, 20:00
La asociación de mujeres migrantes Malen Etxea ha publicado un documento bajo el título 'Ni invisibles ni prescindibles: por una jubilación justa para las trabajadoras migradas del hogar', donde refleja sus demandas en la búsqueda de garantizar una vejez en condiciones mínimas de bienestar.
Desde Malen Etxea recuerdan que, en España, el empleo de hogar y cuidados sigue siendo «la principal puerta de entrada al mundo laboral para muchas mujeres migrantes». Es también el nicho laboral donde permanecen durante toda su vida activa, mayoritariamente bajo la modalidad de internas. «El 50 % de las trabajadoras extracomunitarias trabaja como interna, siendo la mayoría mujeres entre 51 y 67 años», ha explicado la asociación. Sin embargo, el trabajo como interna implica «jornadas extremadamente largas y condiciones laborales impensables en otros sectores. Estas condiciones no solo vulneran derechos fundamentales y laborales, sino que afectan directamente la salud física, emocional y mental de las trabajadoras migradas», ha señalado.
Desde la asociación han recordado que las condiciones precarias no solo afectan los derechos presentes, sino también los futuros. «Para muchas trabajadoras migradas, cumplir entre 55 y 60 años supone un deterioro acelerado de sus condiciones de vida. A esto se suman las dificultades para mantenerse activas en el mercado laboral y acceder a una jubilación digna, debido al sistema especial de trabajo del hogar y a trayectorias laborales marcadas por largos periodos sin cotización, consecuencia directa de la Ley de Extranjería». Asimismo, han señalado que las trabajadoras migradas del hogar y cuidados sostienen cotidianamente el sistema de cuidados en el estado (por ejemplo, durante la pandemia). Además, la edad se convierte en «un factor de discriminación que se cruza con el deterioro de la salud y el desgaste acumulado por años de trabajo no reconocido».
Así las cosas, desde Malen Etxea, exigen el fin de la discriminación estructural en el ámbito de los cuidados y el reconocimiento del perjuicio estructural que representa la Ley de Extranjería en la vida laboral de las trabajadoras migradas.
En la pronunciación exigen también lo siguiente: Reparación del daño mediante el aumento de tres años en el cómputo de vida laboral al momento del retiro; revisión del modelo de jubilación anticipada, aplicando coeficientes reductores para trabajadoras del hogar, cuidadoras de personas dependientes y otros sectores feminizados; Reconocimiento del desgaste físico, emocional y mental del trabajo de cuidados como enfermedades profesionales, incluyendo el síndrome de burnout; Reconocimiento de las organizaciones de mujeres trabajadoras del hogar y cuidados como agentes legitimados en los espacios de análisis y decisión gubernamental. Y, por último, la lucha activa contra la brecha de género en las pensiones, como vía para combatir el riesgo de pobreza y exclusión social en la vejez.
Justicia, reparación y dignidad
Malen Etxea ha expresado que, «este no es solo un reclamo laboral: es una exigencia de justicia social, de reparación histórica y de dignidad colectiva». Asimismo, ha añadido que, «es hora de que las instituciones escuchen a quienes han sido silenciadas, reconozcan a quienes han sido ignoradas y legislen para quienes han sido sistemáticamente excluidas».