Abiertas todas las hipótesis en torno al crimen de Aintzane en Aizarnazabal

Los agentes de la Erzaintza que investigan el asesinato de Aintzane Pujana Echeverria, la vecina de Donostia de 32 años que el pasado lunes apareció muerta a puñaladas en un terraplén junto al río Urola en Aizarnazabal, mantienen abiertas todas las hipótesis sobre las circunstancias de la muerte. Los esfuerzos para aclarar lo que ocurrió se centran en los resultados de la autopsia que se le realizó al cadáver, en los objetos que se han localizado en la zona donde apareció el cuerpo y en las declaraciones tomadas a su entorno y a los participantes en una fiesta que se celebró en Nochevieja en la casa rural cerca de la que fue encontrada.

La víctima recibió más de seis puñaladas, y el informe de la autopsia, que fue practicada el martes, revelará más detalles sobre las circuntancias de la muerte. Este detalle será importante a la hora de juzgar al autor o autores, porque puede suponer un aumento de la condena que se le imponga, pero de momento no se ha practicado ninguna detención. Para ello, el trabajo que realizaron los forenses del Instituto Vasco de Medicina Legal de Donostia va a ser relevante porque permitirá conocer qué tipo de arma blanca se utilizó, cómo se produjo el ataque y cuándo falleció la mujer, ya que si bien su desaparición se denunció el día 1 su cadáver no fue hallado hasta el 4. También se determinará si la víctima fue agredida sexualmente.

Mientras continúan las investigaciones, el juez ha declarado las actuaciones secretas con el fin de que no se filtren informaciones que puedan entorpecer las primeras pesquisas. El pasado martes, agentes de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Er-tzaintza rastrearon los alrededores del lugar donde apareció el cadáver, una zona aislada y con mucha vegetación a la orilla del río. De momento ha trascendido que encontraron un jersey pequeño de color rojo que llevaba poco tiempo en el agua, aunque aún no se sabe si pertenecía a la víctima. Los rastreadores también localizaron una cinta de embalar verde que será analizada para ver si pudo haber servido para maniatar a la mujer.

En la aclaración de los hechos también será determinante conocer los últimos movimientos de Aintzane Pujana. Se sabe que en Nochevieja se alojó en la casa rural Haizeaberri, situada a pocos metros de donde fue hallado el cadáver. Esa misma noche la Ertzaintza tuvo que desalojar el agroturismo, ya que en su interior se estaba celebrando una fiesta que incumplía la normativa sanitaria. Un total de veinte personas fueron identificadas, todas ellas jóvenes de localidades de Urola-Kosta que habían alquilado el establecimiento esa noche. Entre las personas a las que se les tomaron los datos no figura la víctima, lo que añade una incógnita más al asesinato.

Los vecinos de Aizarnazabal seguían ayer impactados por lo sucedido y expectantes por conocer la resolución de este crimen. El pueblo vive además sumido en un brote de Covid, y hoy se someterán a un cribado.