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Paolo Sorrentino.
Desmontando a Berlusconi

Desmontando a Berlusconi

Paolo Sorrentino prepara un biopic de 'Il Cavaliere', personaje que el cine ya ha retratado en otras ocasiones

Óscar Bellot

Jueves, 8 de septiembre 2016, 19:13

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Además del habitual desfile de estrellas sobre la alfombra roja y la concatenación de proyecciones de algunos de los títulos destinados a concitar la atención de público y crítica en los meses venideros, la Mostra de Venecia suele servir como marco donde se anuncian jugosos proyectos. Este año no ha sido la excepción, y la palma se la lleva Paolo Sorrentino. Ocho año después de estrenar su retrato de Giulio Andreotti bajo el título de 'Il Divo', el director de 'La gran belleza' (2013) se apresta a explorar las luces -pocas- y sombras -innumerables- de otra de las figuras que han dejado una impronta indeleble en la política italiana de las últimas décadas, Silvio Berlusconi.

'Il Cavaliere' será el protagonista del próximo filme que el aclamado cineasta pondrá en marcha tras presentar a un Pontífice muy poco convencional en 'The Young Pope', la serie de televisión protagonizada por el británico Jude Law que tuvo su puesta de largo hace unos días en el certamen veneciano. El largometraje, cuyo rodaje comenzará en el verano de 2017, según adelantó la revista 'Variety' esta semana, llevará por título 'Loro' (Ellos) y pretende ser una fiel representación de la vida y obra del magnate que ascendió a lo más alto de la política transalpina merced a una inusual combinación de dinero, dominio de los medios de comunicación, carisma y absoluta falta de escrúpulos. Una figura que no deja indiferente a ninguno de sus compatriotas y que sigue copando los titulares de la prensa cinco años después de verse obligado a abandonar el poder a causa de sus escándalos sexuales y financieros.

Indigo Film se encargará de la producción de la cinta, como ha hecho con los anteriores títulos del cineasta, pero es más que probable que la distribución de la misma no corra por cuenta de Medusa, la compañía que ha cofinanciado sus pasados filmes, al ser ésta propiedad de Berlusconi, quien no mantiene una buena opinión de las diversas aproximaciones cinematográficas que se han hecho de él.

Un personaje recurrente

El magnate es, efectivamente, un personaje recurrente en la cinematografía italiana de los últimos años. A la espera de conocer más detalles sobre lo que Sorrentino planea hacer con 'Loro', el largometraje de referencia sobre el empresario milanés hasta la fecha es 'Il Caimano' (2006), la sátira en la que Nanni Moretti ('Mia madre') presentaba a un productor de películas de serie B que parece acabado hasta que una joven cineasta acude a él con el guión de un proyecto titulado 'El caimán' que pivota sobre el hombre que armó un imperio mediático, rigió los destinos del equipo de su ciudad natal en sus tiempos de mayor gloria y fundó un partido llamado Forza Italia con el que asaltó el poder político, para acabar cayendo víctima de sus desaforados apetitos sexuales y la ilusión de inviolabilidad derivada de las décadas en que había manejado jueces, empresas y parlamentarios a su antojo.

Cine dentro del cine es lo que ofrecía Moretti, otro de los realizadores que mantienen incólume el prestigio de la siempre fértil cinematografía italiana, acostumbrada, por otra parte, a enfrentarse sin tapujos a quienes han detentado el poder. El estreno de la cinta se produjo tras una agria polémica entre detractores y partidarios de Berlusconi. Estos últimos veían el desembarco en la cartelera del largometraje, poco antes de las elecciones de aquel año, como un ataque frontal contra el líder de Forza Italia, quien acabaría siendo desalojado del cargo de primer ministro en mayo tras la victoria en los comicios de la coalición de centro-izquierda liderada por Romano Prodi.

No permanecería demasiado tiempo alejado del mismo. En 2008, tras disolver Forza Italia y auspiciar la fundación del Pueblo de la Libertad, 'Il Cavaliere' volvía a ocupar la presidencia del Consejo de Ministros italiano al derrotar al Partido Democrático del exalcalde romano Walter Veltroni. Una victoria por más de nueve puntos que daría paso a un nuevo periodo convulso en el que la política se mezclaría con el vodevil para asombro de los italianos. Las turbias amistades del mandatario, la simpatía hacia líderes controvertidos como Vladímir Putin o Muamar Gadafi o sus abusos de poder fueron perdonados una y otra vez, así como su machismo. Berlusconi parecía intocable. Hasta que las fiestas organizadas en su residencia de Arcore, cerca de Milán, se cobraron su cabeza. El desenfreno sexual que allí se experimentaba dio origen a una denominación propia, el 'bunga-bunga'. Las chicas que pasaban por Villa Certosa tenían un común denominador, sus cuerpos esculturales, y muchas de ellas compartían otra característica, su juventud. Elemento este último que terminaría por precipitar la caída de su anfitrión al descubrirse que una de esas 'velinas' que habían pasado por sus manos era menor de edad. La joven en cuestión, la marroquí Karima El Marough, fue bautizada como 'Ruby Robacorazones', y ese apodo serviría para denominar la causa que acabaría tumbando a quien hasta entonces había resistido todos los embates judiciales: el 'caso Ruby'.

El secuestro de la democracia

El 11 de noviembre de 2011, con Italia sumida en una profunda crisis que no hacía sino agravarse por la batalla política, Berlusconi daba un paso atrás y el testigo lo acababa recogiendo el tecnócrata Mario Monti. Pero el país no se olvidaba de 'Il Cavaliere', y si alguna tentación en este sentido existía, el cine se encargaba de cercenarla. A 'Il Caimano' pronto se unirían otros títulos que trataban de desmontar el mito del dueño de Fininvest.

Mientras aún detentaba el bastón de mando había llegado 'Videocracy', un documental dirigido por Erik Gandini y estrenado en 2009 que ponía el foco en el modo en que el modelo televisivo auspiciado por Berlusconi, dominado por programas que gustan de regodearse en las miserias de los famosos y la estulticia, había cambiado los comportamientos de los espectadores, repercutiendo negativamente en la propia calidad de la democracia. La banalidad y el atontamiento de la población se habían convertido en armas con las que alcanzar y mantener el poder.

El mensaje de Gandini, tan demoledor como cierto, provocó la ira del mandatario, que vetó la emisión de su tráiler de la televisión pública italiana y en los canales de su propiedad. La campaña no hizo sino aumentar el interés de los espectadores. De las 25 copias inicialmente previstas para su exhibición en los cines se pasó a 70 y 'Videocracy' resiste hoy como uno de los más lúcidos retratos del secuestro de la democracia por el poder de la imagen que tiene en la Italia de Berlusconi a uno de sus mayores exponentes.

Aún restaría repasar otro título clave para indagar en el 'berlusconismo', y ese no es otro que 'Silvio Forever'. Roberto Faenza y Filippo Macelloni dirigieron este documental estrenado en 2011 que no tuvo un resultado afortunado en taquilla y que tampoco recibió buenas críticas pero que ofrece una interesante colección de imágenes de archivo sobre las peripecias personales y políticas de 'Il Cavaliere'. Una biografía no autorizada que abunda en los rasgos de la personalidad de Berlusconi que le ayudaron a ascender y que, por supuesto, también hubo de encarar la hostilidad de la RAI y de los medios del magnate.

A todos esos títulos se añadirá, en 2017, 'Loro', nuevo ejemplo de que el interés del cine por Berlusconi está lejos de agotarse. Y es que, al fin y al cabo, la Italia de hoy en día resulta incomprensible sin la figura de 'Il Cavaliere'.

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