Lasarte-Oria | Juan Mari Ansa

Montañero y escritor

«He perdido dinero, pero haciendo el libro he ganado vivencias»

–El Circo de Lescun. ¿Qué es?

– Para mí es uno de los valles, después de conocer todo el Pirineo, más bonito a nivel paisajístico. La base son unas praderas verdes todavía bien cuidadas y está rodeado de montañas. Hay caseríos diseminados, además del pueblo de Lescun en sí. Tienes bosque a media altura y arriba unas cimas puntiagudas espectaculares. Por eso se le suele llamar los Dolomitas del Pirineo. Un paisaje espectacular.

–¿A qué distancia está de aquí?

–En dos horas y media o tres en coche ya estás allí. Se suele ir por Francia desde aquí.

–A la hora de hacer el libro, ¿por qué eligió esta zona?

–A veces no sabes ese porqué.

–Fue al revés, le eligió la zona a usted...

– Sí, la verdad. Hace 12 años empecé con este libro. Había terminado uno sobre las Malloas de Aralar. Estuve 10 años haciéndolo. Terminé la presentación y venta de aquel libro y no sé exactamente por qué pero son unas montañas que las habíamos hecho muchas veces pero siempre desde la vertiente española. Con picos muy conocidos, pero llegabas arriba, mirabas al otro lado y decías: El lado francés. Te parecía como algo lejano. En el 92 fuimos por primera vez por ese lado y nos gustó mucho. También es verdad que tenemos un apartamento en Jaca y eso nos favorecía mucho porque está cerca. En una hora estás allí.

–¿Y de qué manera planteó la realización del libro?

–No la planteas mucho por que si te lo piensas demasiado el trabajo te desborda.

–¿Pero son itinerarios?

–Por un lado itinerarios para ascender a las cumbres, buscando subir a todas ellas y poder ser circuitos circulares. La otra mitad del libro la dedico a historias, leyendas, aspectos culturales... Yo soy profesor de historia y geografía y se deja traslucir esa parte en los libros que hago.

–O sea que el peso de la historia de la zona es importante.

–Creo que es lo que diferencia unos libros de otros. Para el lector y para mí a la hora de hacerlo. Hoy en día el hacer rutas aporta cada vez menos por que todo el mundo lo hace ya con el uso de un track que le marca la ruta. Llevas la ruta en el móvil. Por ello, contar la historia de lo que ha pasado en la zona le añade un valor que a mí me parece muy importante. Hay que tener en cuenta que si coges una zona como la del Circo de Lescun, es un lugar pequeño que tiene un número de lectores potenciales bajo. ¿Qué libros se hacen normalmente del Pirineo? Los 3 miles del Pirineo. Abarca un espectro mucho mayor y por ello tiene muchos más compradores. Pero esto te permite meter muchos itinerarios y cimas prácticamente desconocidas. En muchas guías de libros siempre salen los mismos picos. Si quieres hacer algo distinto tienes que tocar también la parte histórica.

–¿Y cómo ha trabajado esa parte?

–Son valles de cultura muy rica. Es una zona de pastoreo antiguo y para ello hablas con los pastores, que hay que decir que cada vez quedan menos. Los almadieros llevaban leña por el río hasta Baiona, para luego hacer barcos. Unos de los primeros escaladores de la zona fueron los hermanos Cadier. Todo eso le da riqueza al libro. Contacté con los nietos de Cadier, estuve en su casa originaria y tenían allí los manuscritos hechos por ellos contando las excursiones.

–¿Qué le ha supuesto a usted acudir a la zona después de realizar ese trabajo histórico?

–Te sientes mucho más integrado con el lugar. Terminas enamorándote del sitio. También es verdad que muchas veces vas para sacar el itinerario pero luego regresas, aunque no subas a la cima para buscar la foto correcta, para hablar con gente de la zona. Te tiras años, cuanto más entras más aspectos descubres.

–¿Cuánto tiempo le llevó la realización del libro?

–12 años. La verdad es que es mucho tiempo. Lo vas haciendo a tu ritmo. Como estaba trabajando no podía hacerlo de manera rápida. Además lo quería hacer bien, en tamaño grande, fotos en color, papel bueno... no sacar cualquier cosa. Eso en las editoriales hoy en día es inviable. Ves que estás haciendo un trabajo pero que a lo mejor no se puede publicar. Hasta hace seis meses pensé que sería difícil sacarlo. El publicarlo es una aventura económicamente muy potente. Hice una autoedición corta y tuve la suerte de que el Club Vasco de Camping decidió tomar parte financiando parte del proyecto. Luego la venta ya ha sido de forma directa.

–Los textos y fotografías son todos suyos.

–Sí. Económicamente lo cierto es que es una ruina. Hemos perdido miles de euros aún vendiéndolo todo. Pero volvería a pagar todo ese dinero por vivir otros diez o doce años como los que he usado para completar el libro, sin duda. Te ha dado vida, con mi mujer en el monte y eso es calidad de vida. Tratas con gente y te abre los ojos ante otras realidades. Encima he podido practicar el idioma francés, que lo tenía casi olvidado. Luego está el tema de los mapas, que me obligó a hacer un curso de photoshop para hacerlos bien. Me he tirado cientos de horas para hacerlos.

–...

–He perdido dinero pero he ganador vivencias con este libro. El montañero Antxon Iturriza me decía: Vale 50 euros el libro y aunque parezca caro lo cierto es que es muy barato.

–Está destinado solo a aficionados a la montaña...

–Y a la gente que le guste la historia. Hay la fiesta del queso, la ruta de los almadieros... que merece la pena ir y conocer. Incluso ir exclusivamente al valle recomendable. Pero luego las rutas son para gente acostumbrada a la montaña. Ten en cuenta que el pueblo está a 900 metros de altitud. Los puntos de arranque del valle están a 1.100 y las cumbres a 2.400 metros. 1.300 de desnivel mínimo y para ello necesitas un cierto entrenamiento. No son cumbres difíciles de escalada pero tienen su desnivel.

–¿Cuál puede ser la cumbre más complicada?

–Los tres dientes de la Churique, que yo también recomiendo no subir. Lo hice solo, se sube andando pero tiene una pendiente muy empinada, que cuando vas subiendo ya vas sufriendo pensando de qué manera la vas a bajar. Arriba no disfrutas, no te relajas.

–Dentro del libro se toca el tema del pastoreo.

–Económicamente es un tema que cada está más difícil. Lescun es un pueblo que en 1870 tenía 1.700 habitantes. Tenía mucha vida. Hoy en día apenas hay 170 habitantes. Se está despoblando. Cuando termina la Segunda Guerra Mundial había 45 bordas con pastores, en estos momentos hay 7, con algunos de fuera. La vida de un pastor es complicada, todo el día en el monte. Además tienen una dificultad añadida con el tema del oso. Desapareció y ahora han introducido de Eslovenia. Desde el punto de visto ecológico está muy bien, pero al pastor que está allí ya no le parece tan bien. Estás asustado con lo que te pueda pasar. Queremos que se mantenga todo tal cual está, es verdad que paisajísticamente es espectacular, pero ¿quién lo mantiene? En el año 64 en Lescun se planteó hacer una estación de esquí, desde el punto de vista económico parecía una gran oportunidad, pero habrías destrozado el valle. Finalmente, tras división de opiniones en el Ayuntamiento, con el voto de calidad del alcalde se decide que no se lleve a cabo el proyecto. Lo tenemos que agradecer por que el paisaje hoy en día se mantiene como ha estado siempre.

–Ha escrito más libros.

–Seis he hecho ya. Los otros han sido más de la zona de Gipuzkoa.

–¿Ha seguido la misma guía?

–Del mismo estilo pero con el tiempo vas evolucionando y la calidad va aumentando.

–¿El primer libro de cuándo es?

– En 1988, también autoeditado... tuve que vender el garaje.

–Ahora jubilado, tiene más tiempo. ¿Habrá un séptimo libro?

–Sí, creo que sí. Al final lo llevas en la sangre.

–¿Ya tiene idea sobre qué zona?

–Ideas siempre hay. Lo que sucede es que hay algunos más espectaculares, de cara a la galería, y otros que son los que te apetece hacer a ti. Estoy en un momento que apuesto más por esta segunda vía. Montes menos conocidos y que no tendrán demasiada venta. Igual hago 100 libros digitales y a correr.

–Como autor ¿qué le aporta más, la parte del libro vinculada a la naturaleza y el deporte o la histórica?

–Vas evolucionando y la vida te va llevando a tu sitio. Empiezas por montaña 100%. Yo he sido montañero, he estado en todas las cumbres de 3.000 del Pirineo, en los Andes en expediciones de 6.000, algo en el Himalaya, carreras de montaña... pero según vas bajando el pistón con los años en ese apartado le vas dando más importancia a la parte histórica. Ahora ya tengo la rodilla tocada y por ello voy al monte pero con tramos más cortos. La vida te lleva, no es que tú lo decidas.