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Un operario trabaja en la zona del suceso.

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Un operario trabaja en la zona del suceso. pedro martínez
Incendio en Lasarte-Oria

«Había muchísimo humo y el olor era terrible»

Vecinos de Lasarte-Oria estuvieron seis horas confinados como medida de prevención por riesgo de humo tóxico al desatarse un incendio en un pabellón abandonado

Sábado, 28 de mayo 2022

Un «fuerte olor» a humo sorprendió este sábado a decenas de lasartearras tras el incendio desatado este pasado viernes por la noche en uno de los pabellones abandonados del centro de la localidad. Las llamas afectaron a tres naves adyacentes aunque no hubo que lamentar heridos y la calma volvió ayer a las calles tras la tensión vivida por el riesgo de humo tóxico en la zona, que cercó a seis edificios de viviendas.

Aún con el susto en el cuerpo, vecinos que caminaban ayer por los aledaños comentaban el incidente cerca de una elevada columna de humo que salía desde el pabellón al reavivarse alguno de los rescoldos. La lasartearra Ana Pérez, que regresaba a su casa situada en la zona acordonada por agentes de la Ertzaintza, comentaba que «nos han dicho que intentemos quedarnos en casa y que cerremos todas las ventanas».

Y es que el derrumbe del tejado de uralita del edificio incendiado -entre sus componentes se encuentra el amianto- y la dispersión de partículas que pudieran resultar peligrosas para la salud de los vecinos de la zona hicieron encender las alarmas. Como medida preventiva, ayer a mediodía el departamento de Salud del Gobierno Vasco emitió un aviso en el que recomendaba a la población cercana al incendio el cierre de ventanas y el confinamiento, con carácter preventivo, una medida que se adoptó por el «viento cambiante».

Una vez realizados los análisis pertinentes por parte de técnicos del Gobierno Vasco y dar por controlada la situación, la Ertzaintza levantó el cordón policial hacia las 15 horas así como la recomendación de confinamiento emitida por Salud Pública para las viviendas situadas entre el número 51 y 79 del municipio, «desde el supermercado Día hasta el puente cercano al hotel Txartel».

Esta vecina fue testigo del suceso cuando al regresar el viernes por la noche a su casa «me paró la Ertzaintza para informarme de que no podía aparcar el coche porque había habido un incendio y al subir vi el fuego desde la ventana; vivo en un 4º piso y desde ahí se veía todo. Enseguida me llamó mi hijo, que es bombero, para avisarme de que cerrara todas las ventanas por si acaso. Y hoy (por ayer) he salido a las 9h a la calle y había muchísimo humo».

«Me llamó mi hijo, que es bombero, para que cerrara enseguida todas las ventanas de casa por si el humo era tóxico»

Según informó este sábado el Departamento vasco de Seguridad, el fuego se originó el viernes en torno a las once de la noche, en el número 58 de la calle Nagusia en una nave abandonada por causas que aún están por determinar. Según comentaban muchos de los vecinos, «allí suelen dormir 'okupas'».

Las llamas alcanzaron varios pabellones anexos que sí cuentan con actividad y que sufrieron diversos daños materiales. El fuego se había dado por extinguido a las 4.05 horas de la madrugada, aunque los bomberos tuvieron que desplazarse de nuevo hasta el lugar ayer a primera hora de la mañana debido a que de los rescoldos del incendio salía una pequeña columna de humo. «El olor a quemado era terrible. Pensaba que estaban ardiendo los garajes pero fue mi marido a echar un vistazo, hacia las once de la noche y después nos dimos cuenta de que venía de los pabellones. Estaba toda la gente asomada en los balcones», contaba una vecina residente cerca en la zona acordonada, que añadía sorprendida que «todo ocurrió en silencio, no había ruido de sirenas ni nada».

Calle cortada

A Christian Rivera le despertó el olor a humo, pero «no vi nada. Me levanto muy temprano para ir a trabajar, a las 4 de la mañana y no me di cuenta de que estuviera ocurriendo nada». Y es que para esa hora, el fuego se dio por extinguido. Ayer, este vecino que vive al final de la calle Mayor, volvía a su casa de trabajar a mediodía cuando se encontró con la presencia de agentes de la Er-tzaintza, un coche de bomberos enfrente de su casa y la calle cortada. «¿Pero qué ha pasado aquí?», preguntaba asombrado.

«Pensaba que estaban ardiendo los garajes pero al salir fuera vi toda la humareda que salía justo de enfrente»

Mientras la curiosidad crecía en las inmediaciones de los pabellones, varios operarios vestidos con protección específica para tratar los materiales que ardieron en la nave se coordinaban con los técnicos de Emergencias del Gobierno Vasco para tener controlada la situación y realizar las mediciones de la calidad del aire. Hasta el lugar de los hechos se acercó el alcalde de Lasarte-Oria, Agustín Valdivia.

Según explicó este sábado a este periódico, «al arder y derrumbarse la cubierta del pabellón de uralita, que tiene amianto en su composición, se temía que el humo que saliera fuera tóxico y por eso se decidió acordonar la zona y recomendar que la gente se quedara en su casa de forma preventiva». Aunque el incendio ocurrido no resultó «aparatoso» el alcalde destacó que «hubo mucho humo», aunque confirmó que junto con fuentes de la Policía Municipal que la recomendación de confinarse en casa no fue para toda la localidad, sino únicamente para las personas que viven en las inmediaciones del suceso.

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