Un huracán de talento que arrasa los prejuicios
El Museo Oiasso acogió la primera sesión de la quinta edición de la cita, con actuaciones de Ezezagunok, Jakes Txapartegi, Simón Ezquiaga, Ángel Bueno y Uikan
A los términos inclusión, compañerismo o alegría que suelen acompañar a la Gala de la Diversidad es de justicia añadirles, también, el de excelencia. Así ... lo demostraron los artistas que ayer se reunieron en el Museo Oiasso, en la que fue la quinta edición de la iniciativa. Con ese recorrido consolidado, el hilo conductor que guió la velada estaba perfectamente en consonancia: la familia escogida.
Porque esos músicos, cantantes, intérpretes y demás artistas que se reúnen en la Gala de la Diversidad se consideran ya una familia, a la que suman, también, a los seguidores que les arropan y aplauden cada año. Y son legión: ayer, volvieron a agotar el aforo de la sala Puerto. El público llegó hasta allí guiado por los bailarines de Uikan Dantza Taldea, que abrieron la gala con una actuación en el vestíbulo del museo. Libros, sillas y aviones de papel fueron los complementos a sus pasos de baile.
Ya en la sala Puerto, la gala continuó al son del piano de Jakes Txapartegi y la voz de Simón Ezquiaga en la que fue su primera actuación juntos, interpretando una canción cuya letra es el mejor resumen del espíritu de la Gala de la Diversidad: «¿Qué es lo normal, qué es ser normal? ¿Eres tú normal, soy yo normal? La naturaleza nos muestra que en la diversidad hay poder, y cada árbol da su fruto», cantó en euskera Simón Ezquiaga. Y advirtió, en otra de las estrofas, de que «¡viene un huracán de talento!».
Liberarse de los 'no puedo'
Ese huracán capaz de arrasar con todos los prejuicios hizo volar al público hasta la narración que compartió en lenguaje de signos Ángel Bueno, de la Asociación Magicsing y que es la más reciente incorporación a la gran familia de la Gala de la Diversidad: «el 'no puedo' es una marca para toda la vida, y hay que quitárselo de encima», era la conclusión de su mensaje; una lección que vale para todos.
Volvió a sonar el piano de Jakes Txapartegi para interpretar el primer preludio de Aita Donostia y, a continuación, a sus manos se sumaron las de su profesora Esther Barandiaran y las de Iñaki Salvador y ofrecieron, juntos, una conmovedora interpretación de la banda sonora de 'La lista de Schindler'. También subió al escenario, de nuevo, Ángel Bueno para ofrecer una proyección de arte visual. Y no faltaron los intérpretes de Ezezagunok Antzerki Taldea, en este año en el que han conseguido tantos (y tan merecidísimos) reconocimientos. Ayer, sumaron los aplausos del público de esa Gala de la Diversidad que concluyó con música y emoción compartidas.
Además de disfrutar, los asistentes pudieron ser partícipes del evento: Emma Larreta les invitó a escribir en un papel el sentimiento que evoca a cada uno esa familia escogida de la que también forman parte, y a colgarlo en el árbol ubicado junto al escenario. Confianza, felicidad o reconocimiento fueron algunos de los términos que se escucharon y que son una muestra de que la Gala de la Diversidad es ya mucho más que uno de los mejores ejemplos de una inclusión plena: es tesón, es talento y es excelencia.
El espectáculo sigue adelante con funciones hoy en el Topic de Tolosa hoy y mañana en Chillida Leku, en este último caso, con la participación también de Verdini Dantza Taldea.
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