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«Ya no somos los desconocidos, somos parte viva de esta ciudad maravillosa»
Pregoneros ·
Ezezagunok protagonizó el arranque oficial de las fiestas de San Pedro y San Marcial con una emocionante reivindicación del arte, la cultura y la inclusiónCon toda la emoción y todo el talento Ezezagunok conquistó ayer un nuevo escenario: el del balcón del Ayuntamiento, desde donde dieron la bienvenida a ... los sanmarciales como unos pregoneros de lujo y fueron correspondidos con los aplausos y el cariño que les brindaron los miles de irundarras congregados en San Juan.
Antes de salir a la balconada, en el interior de la Sala Capitular, la alcaldesa, Cristina Laborda, dedicó unas palabras a los pregoneros: les dio la bienvenida al Ayuntamiento «en una de las noches más especiales para la ciudad». Esa sala que ayer fue escenario de nervios previos y mucha emoción «es un lugar muy importante en el que hemos vivido momentos muy especiales y, sin duda, hoy es uno de ellos», afirmó en euskera.
Dirigéndose a los protagonistas de la noche, la alcaldesa subrayó que «Ezezagunok es más que un grupo de teatro. Es un espejo donde mirarnos como sociedad, como ciudad. Un ejemplo de que la diversidad permite la creación artística, y que además, la enriquece. Que la cultura no es un privilegio, sino un derecho. Y que todas las personas, todas, tienen algo valioso que ofrecer si se les da el espacio, el escenario o los focos para poder hacerlo».
Cristina Laborda expresó su agradecimiento a Ezezagunok «por llevar el nombre de Irun tan alto». Además de al elenco, agradeció a los directores Miren Etxeberria y Luisma Moreno «vuestro talento y saber hacer», y tuvo unas cariñosas palabras para los familiares y amigos del equipo de teatro: «vosotras y vosotros sabéis que el camino no es fácil, que hay días más duros que otros. Hoy me gustaría que sintiérais el reconocimiento que toda la ciudad os dedica, por vuestro esfuerzo y, sobre todo, por vuestro amor incondicional».
La alcaldesa también recordó «a una de las desconocidas más queridas. Con Ana Pérez», fundadora del grupo fallecida hace un año, «y su eterna sonrisa como telón de fondo os deseo, de corazón, lo mejor».
«También es por ti, Ana»
Y lo mejor estaba a punto de llegar, faltaban unos minutos que se hicieron eternos y que, cuando el reloj marcó las 21.30, se transformaron en una suerte de primera bajada de una montaña rusa, donde empieza la emoción: ambos directores y la actriz Igone Urkaregi dieron el primer paso sobre ese balcón transformado en escenario. Les acompañaron la alcaldesa y el resto del elenco. Los miles de irundarras que conformaban el público esperaban expectantes cuando Miren Etxeberria tomó la palabra y, tras saludar a la ciudadanía, se declaró «con el corazón lleno, de recuerdos, de agradecimientos y también de alguna ausencia. Este pregón también es por ti, Ana. Por tu fuerza, tu ternura y tu forma única de estar en el grupo. Sigues con nosotras en cada ensayo, en cada aplauso, en cada risa compartida».
Luisma Moreno recordó cómo, hace 18 años, tres amigos emprendieron este proyecto que busca «hacer teatro. No un sitio de terapia, ni de caridad… sino de arte, de creación, de cultura e igualdad. Un espacio en el que no fuéramos invisibles, donde no escucháramos '¡no puedes!' o '¡no sabes!'. Casi dos décadas de trabajo y de esfuerzo, de ilusión y de sueños, a los que ayer se añadió esa emocionante escena que protagonizaron como pregoneros y que «no va solo de nosotros y nosotras. Esto va de Irun. De cómo una ciudad puede elegir ver, escuchar y dar voz a quienes llevaban mucho tiempo al margen», subrayó Luisma Moreno.
Igone Urkaregi se dirigió a los irundarras para contarles «¡qué historia la nuestra! Llena de risas, de retos, de amistad y de escenarios. De nervios antes de salir, y de emoción al escuchar los aplausos. De voces que antes no se oían y ahora llenan teatros». Y resuenan en plazas, porque «ya no somos los desconocidos. Somos parte viva de esta ciudad maravillosa».
Miren Etxeberria concluyó el pregón mirando hacia delante, hacia un futuro en el que «también estamos nosotras. Con nuestras historias, nuestras voces y nuestras ganas. Porque ese futuro se construye con espacios compartidos, con oportunidades reales, con cultura abierta para todas y todos». A los «Gora Irun, gora San Martzial!» les precedió un «Gora Ezezagunok!» que hizo retumbar la plaza San Juan. Mientras la alcaldesa prendía la hoguera de San Juan que iluminó la noche más corta del año, el equipo de Ezezagunok al completo contemplaba desde el balcón cómo, desde la inclusión y con toda la ilusión, comenzaban los días más intensos del calendario irundarra.
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