La solemnidad y la fiesta confluyen en el monte

El intenso calor provocó algún mareo y motivó que la organización de acto dispusiera varios bancos para que las cantineras pudieran sentarse. Eso sí, este año tomaron la precaución de cubrir la madera con papel porque hace diez años, cuando también se vivió un 30 de junio con temperaturas elevadísimas, el barniz de los bancos manchó las faldas y pololos de las cantineras. Este lunes no hubo que preocuparse por las manchas, pero sí que estuvo muy pendiente de las diecinueve jóvenes Nerea Ugarte, representante de cantineras en la Junta de Mandos, llevándoles botellines de agua y refrescos que aliviasen el sofoco.

Durante la renovación del voto, todas ellas realizaron la ofrenda floral en un emotivo momento. Especialmente emocionada estaba Sonia García Olazabal, ama de la cantinera de Real Unión Aitana López, mientras contemplana cómo depositaba su ramo. Ella, que también fue cantinera, aseguraba al término del acto que «pensaba que no había nada más emocionante», pero ver a su hija desempeñar ese mismo papel «lo supera». Recordaba cómo, en las últimas semanas, en casa han disfrutado «desde el día de la elección, con mucha alegría por parte de la familia, todos los amigos y todo Irun, que se ha volcado». Definió los momentos vividos en el monte como «preciosos», a la espera de «la comida con familia y amigos y el desfile de la tarde. Vamos a terminar el día, seguro, muy tarde y muy felices».

En ese mismo mismo tablado tuvieron un momento de encuentro unos cuantos primos de una misma familia: el general Asier Etxepare, el cornetín Lauren Etxepare y las cantineras Elena Etxepare (Tamborrada) y Marina Echepare (Banda), junto a sus respectivos aitas. Ya vivieron un momento familiar en el ensayo de Banda y Tamborrada que les reunió a todos en la plaza Urdanibia. Este lunes, el general se alegró de poder compartir otro rato, porque como recordó, ambas unidades no tienen revista «y aunque el día de San Pedro les vi en algún momento, no pude estar con ellas. Aprovecharemos para hacernos alguna foto todos juntos», comentaba.

Para ello hubo que esperar a la conclusión de la renovación del voto, que terminó después de que la alcaldesa, Cristina Laborda, y concejales de la Corporación desfilasen hasta el tablado bajo el son del 'Alkate soinua' que interpretaron los txistularis. Allí, la alcaldesa proclamó los «Gora Irun! Gora San Martzial!» que fueron secundados por los asistentes. Cristina Laborda contaba después que ese instante, junto con el aurresku de San Pedro, «son los dos grandes momentos como alcaldesa».

No todo fue solemnidad en el monte, donde hubo sitio, también, para festejar. Eso sí, con el calor de este lunes, muchos cambiaron la sidra por el agua y, de hecho, las txoznas tuvieron que ir a por más botellines porque las provisiones iniciales volaron.

Entre esos momentos de alegría y celebración cabe mencionar el cumpleaños de Imanol: el 'Zorionak zuri' que familiares y amigos le dedicaron a este irundarra que este lunes cumplía 30 años fue muy aplaudido en las campas de San Marcfial. Karmele, amiga de la familia, contaba que «subimos todos los años», y esa felicitación colectiva nunca falta en este encuentro: «Celebramos San Marcial y el cumpleaños de Imanol como una tradición más. Es nuestro niño mayor», y además «sanmarcialero total. Desfila en Ventas», aunque en este grupo de amigos hay integrantes de varias compañías: «Santiago, Artillería, yo fui cantinera de Lapice, tenemos cantineras de Belaskoenea y Artillería...». En resumen, una gran cuadrilla sanmarcialera «a tope».