Bidasoa activa busca un nicho de empleo en la bicicleta junto a Emaús y Balazta
Once personas con perfiles de baja empleabilidad han recibido 172 horas lectivas sobre mecánica y kits de electrificación
Bidasoa activa, la fundación Emaús y la Asociación Balazta han colaborado en un proyecto formativo del programa Bide-Lan orientado en esta ocasión al mundo de la bicicleta. Tras un itinerario de 140 horas de mecánica básica, ofrecida por Emaús, y 32 horas sobre la instalación de kits de electrificación, a cargo de Balazta, once personas afrontan ahora un período de prácticas no laborales en empresas de la comarca.
Elena Fraile, de la Fundación Emaús, señalaba que además de la vertiente formativa, «destacaría de este proyecto la parte de economía circular, muy ligada también a los objetivos de Emaús. Gracias a los docentes y a la implicación de los alumnos hemos conseguido dar una segunda vida a productos que ya no la tenían».
«La electrificación da una nueva oportunidad y tienen ahora la capacidad de hacer eso, seguro que les va a ayudar a encontrar una oportunidad de empleo»
En este caso se trataba de bicicletas en mal estado que Balazta donó para el trabajo formativo y que ahora vuelven a su parque móvil «para las distintas actividades que organizamos. Poniendoles un carro a las que están electrificadas, nos ayudarán a desplazar material, por ejemplo», explicó Arkaitz Arozena. La asociación lideró la parte relativa a la instalación de kits de electrificación. «Le damos mucha importancia a que bicicletas que estaban en desuso vuelvan a ser utilizadas, vuelvan a estar en la calle. La electrificación da una nueva oportunidad a una vieja bici y los que han hecho el curso tienen ahora la capacidad de hacer eso, entre otras cosas, que seguro que les va a ayudar a encontrar una oportunidad de empleo».
Uno de esos alumnos es Freddy Ramírez. «Vengo de fuera y llevo seis meses aquí. Quiero agradecer esta oportunidad y decir que sacaré el mejor provecho de esta formación, daré lo mejor de mí para retribuir a la sociedad lo que ha sembrado con este curso», Destacó además que en el mundo de la bicicleta «no hay formación específica» por lo que «si hablamos de que en el futuro vamos a tener ciudades más sostenibles ecológicamente, este curso ofrece oportunidades de trabajo en un nuevo ámbito».
