El Alarde público destaca que «igualdad y tradición han vuelto a desfilar juntas»

LA Junta valora que «atrás van quedando los tiempos en los que se podía insultar, señalar e incluso agredir a las mujeres sin que ello tuviera ningún tipo de condena política o social, instalándose en el imaginario colectivo como algo legítimo y normal. 29 años después, el respeto va ganando terreno». Apuntan que «el tiempo de los y las intransigentes que han hecho de la discriminación su seña de identidad se va acortando y su seguimiento es cada vez más minoritario».

La Junta asegura que «es una carrera de fondo que estamos ganando» y aprecia «muchos signos» en la sociedad irunesa que lo demuestran. «Este Alarde sigue creciendo y ganando en participantes, compañías, apoyo en las aceras y en la sociedad. También, cada vez son más los hombres que optan por abandonar un Alarde discriminatorio para incorporarse a este, que defiende la igualdad y no excluye a nadie. Cada vez es más difícil justificar que allí donde desfila el hermano o el padre no pueda hacerlo la hermana o la madre por el simple hecho de ser mujeres».

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En su comunicado, la Junta agradece «a todas y todos los que han tomado parte en este estupendo Alarde y a todas las personas que, desafiando unas temperaturas imposibles, han aguantado en las aceras para hacernos llegar su apoyo y cariño». Hacen extensivo el agradecmiento «a tantas mujeres y hombres que con toda discreción trabajan incansables desde las diferentes comisiones a lo largo de todo el año para hacer posible que el día 30 tengamos un Alarde».

No se olvida de que «este año muchos mandos de nuestro Alarde lo dejan para dar paso a otros nuevos» y agradece su esfuerzo. «Nuestra voluntad de que la rotación en los mandos sea uno de nuestros pilares es algo que le da vitalidad, pluralidad y fuerza al Alarde».

Termina reiterando que seguirá pidiendo al Ayuntamiento «un Alarde Municipal en el que tengan cabida todas las personas. La Alcaldía no puede decir que cada persona puede celebrar la fiesta como más le guste, porque solo hay un Alarde que permite a las mujeres participar en él y es gracias a un grupo de voluntarias y voluntarios que, con apoyo financiero de la Diputación Gipuzkoa y Emakunde, dedican tiempo y esfuerzo a organizar un Alarde paritario. Esa obligación corresponde a al Ayuntamiento, que tiene la tarea de remover los obstáculos y trabajar para que las mujeres de su ciudad puedan el día 30 desfilar en el Alarde en igualdad con sus conciudadanos varones».