«Es hora de un único Alarde, tal como reclama la ciudadanía»

La compañía Jaizkibel ha vuelto a desfilar este jueves en solitario, pero con mayor normalidad que nunca en el Alarde de Hondarribia. «¿Normalidad? Yo diría que lo hemos hecho entre aplausos y sin violencia. Pero normalidad sería ser partícipes de un único Alarde», ha puntualizado a su término Manuel, quien junto a su mujer, Edurne, «desde el primer año» ha apoyado a este grupo que reivindica la participación femenina en la fiesta.

Un año más, y van 25 desde que en 1997 desfiló por primera vez como entidad formalizada –después de que en 1996 una veintena de mujeres fuera expulsada a golpes en la calle Mayor–, unas 800 personas han marchado con Jaizkibel casi una hora antes que el histórico Alarde. Tras el parón pandémico, «había ganas» de recorrer las calles hondarribiarras al son del txilibito y los tambores, ha destacado Oihana Etxabarrieta.

La capitana de la compañía ha subrayado el «ambientazo» vivido, y probablemente se quedó corta, dado que en el tramo más controvertido del recorrido, la empedrada kale Nagusia, los aplausos fueron masivos. Una minoría ha permanecido sin hacer sonar sus palmas, mientras se hicieron oír los gritos de «Gora Jaizkibel», «Aupa neskak» y «Emakumeak Alardean».

Tras las muestras de cariño recibidas, Etxebarrieta, que este jueves lideró por última vez el grupo tras seis años como capitana –dos durante la pandemia– valoró que «se ha visto que el pueblo está con el Alarde de Hondarribia, y también con el de Jaizkibel. 25 años después, ha llegado el momento de tener un solo Alarde de toda la ciudadanía. El pueblo está pidiendo el cambio». «No sé si lo veré», ha objetado Jaione, de 42 años, que ha vuelto a desfilar diez años después de su maternidad.

Al hilo de una reivindicación que ya realizaron en 2019, Etxebarrieta ha explicado que «hace dos días le mandamos una carta al alcalde (Txomin Sagarzazu) emplazándole a que pusiera en marcha, una vez pasadas las fiestas, una mesa de diálogo entre los distintos agentes para no esperar al 8 de septiembre de 2023», al entender que «se dan todos los elementos para que, de una vez por todas, haya un único Alarde, tal como reclama la ciudadanía».

En la misma línea se ha manifestado la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, que volvió a estar en el arkupe consistorial. A su juicio, la sociedad «demanda con más fuerza que nunca la igualdad de mujeres y hombres, y las tradiciones, siendo un elemento de cohesión social, deben adaptarse a los nuevos tiempos»

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El delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, mostró en una entrevista radiofónica su «alegría» por la normalidad con la que desfiló la compañía Jaizkibel y defendió que se puedan «adaptar las tradiciones a la igualdad».

Maddalen Iriarte (EH Bildu) y Garbiñe Ruiz (Podemos) también han aplaudido la labor de Jaizkibel en favor de la «igualdad» y coincidieron en señalar que «una mayoría social ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos».

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