Brillo para las marismas de Jaizubia
La actuación de la Diputación en una zona de 2,5 hectáreas sirve para reequilibrar el ecosistema y para reducir el riesgo de inundaciones
A finales de junio la Diputación Foral de Gipuzkoa anunció in situ el proceso de regeneración en una zona de 2,5 hectáreas en ... las marismas de Jaizubia, en Hondarribia. Ayer se repitió la visita y con un paisaje bien distinto. Donde antes había lezones y desperdicios de muchos años –restos de un tráiler, tejados de uralita, depósitos de combustible abandonados, o un barco en desuso, entre otros–, ahora hay una bonita laguna.
Pero la actuación de la Diputación no es meramente estética. Por un lado ha servido para reequilibrar el ecosistema en una de las zonas húmedas de mayor valor ecológico de Euskadi, que alberga especies de flora y fauna amenazadas y sirve como punto estratégico para la migración de aves acuáticas. Y, por otro, ayudará a menguar el efecto de las mareas vivas y su consecuencia en forma de desbordamientos en los cercanos barrios de Mendelu y Amute.
Los trabajos han consistido en la eliminación de munas y estructuras artificiales, limpieza y plantación de especies de la zona tales como tamarindos, saúcos, robles y espinos en los nuevos taludes generados. Con todo ello se restablece la dinámica natural de las mareas de la zona, favoreciendo los procesos de inundación y drenaje que caracterizan estos ecosistemas.
Se han creado tres charcas de agua dulce a las que está previsto trasladar ejemplares de sapo corredor
Estas marismas pertenecen a la Red Natura 2000. El enclave está incluido en la Zona de Especial Conservación y designado como zona de especial Protección para las Aves, el único espacio de estas características en el territorio. Asimismo, está reconocido como Área de Importancia Internacional para las Aves y Humedal de Importancia Internacional.
Con la intervención se han creado tres charcas de agua dulce donde está previsto trasladar ejemplares de sapo corredor, especie característica de la zona y en peligro de extinción que podrá reactivarse en este nuevo hábitat. El espacio ha servido como área de paso para diversas aves, entre ellas el morito común, avistado por primera vez en la zona, y la espátula común, procedente de los Países Bajos y actualmente en ruta migratoria hacia el sur de la península ibérica.
Tomar la iniciativa
La diputada general, Eider Mendoza, destacó en la visita «el papel que juegan nuestros humedales y marismas a la hora de afrontar el cambio climático y la importancia que tiene trabajar en el cuidado, la recuperación y la protección de estos espacios. Realizar trabajos como éste significa tomar la iniciativa en la lucha contra el cambio climático y trabajar para que las futuras generaciones cuenten con un territorio mejor, más verde y más equilibrado». Remarcó que «además de recuperar el ecosistema del humedal, contribuimos en la disminución del riesgo de inundación en el entorno».
Según Xabier Arruti, diputado de Equilibrio Territorial Verde, «este proyecto se enmarca dentro de la estrategia de la Diputación Foral para la restauración y conservación de espacios húmedos de alto valor ecológico y responde a nuestro compromiso con la preservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático».
Igor Enparan, alcalde de Hondarribia, recordó que «tenemos uno de los espacios naturales más valiosos de Euskadi y también la responsabilidad de cuidarlo. Lo que se ha hecho en Jaizubia es un paso firme en esa dirección. No se trata solo de evitar daños, sino de construir resiliencia, de anticiparnos al futuro».
Aitor Lekuona, jefe de servicio de fauna y flora de la Diputación, explicó que «la naturalización se ha realizado mediante la eliminación de lezones y estructuras artificiales que limitaban la entrada natural del flujo mareal, restableciendo la dinámica natural de las mareas».
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