Mantas raya sorprenden a los bañistas en Saturraran
La especie marina no es peligrosa para los humanos
Sorpresa en Saturraran. Los bañistas que han acudido este domingo a la playa ubicada entre Mutriku y Ondarroa, muy frecuentada en temporada veraniega, se han ... dado de bruces con al menos una manta raya que ha creado una notable expectación. La presencia de esta especie marina, considerada la bailarina del mar, se explica por el cambio climático, la variabilidad natural de los ecosistemas marinos y las corrientes oceánicas.
En el vídeo se aprecia a decenas de bañistas comentando sorprendidos la aparición de la manta, que se llega a apreciar desde cierta distancia en la mitad de la publicación. A diferencia de otras rayas, carece de aguijón venenoso y no representa ningún peligro para los humanos. Pero la aparición de esta especie marina coincide este verano con las carabelas portuguesas, que están alterando las visitas a la playa para bañarse ya que sus picaduras sí son más graves y provocan las banderas rojas.
La manta raya, uno de los peces más grandes del mundo, pertenece al género Mobula y puede alcanzar hasta siete metros de envergadura. Se alimenta filtrando plancton y pequeños organismos mediante sus branquias, mientras nada con movimientos elegantes cerca de la superficie. Su tamaño imponente y comportamiento tranquilo la convierten en una especie fascinante para científicos y aficionados al mar por igual.
Aunque las mantas rayas son más habituales en aguas tropicales y subtropicales, se han registrado avistamientos esporádicos en el mar Cantábrico, especialmente en verano. En esta región, la especie más probable es la Mobula mobular, también conocida como manta raya del Mediterráneo, que puede encontrarse en el Atlántico nororiental y ocasionalmente se desplaza hacia la costa norte de la península Ibérica siguiendo bancos de plancton o impulsada por cambios en las corrientes oceánicas.
La manta raya está clasificada como especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido principalmente a la pesca incidental y la presión sobre sus hábitats. Su ciclo reproductivo lento y su baja tasa de fecundidad hacen que cualquier alteración ambiental tenga un gran impacto en sus poblaciones.
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