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AITOR ZABALA
ELGOIBAR.
Miércoles, 6 de mayo 2020, 00:11
Las pantallas de protección facial contra el coronavirus estuvieron muy presentes en la primera jornada de desescalada que se vivió en Elgoibar el pasado lunes. Muchos comerciantes recibieron a sus clientes con el rostro cubierto por estos elementos con el objeto de minimizar el riesgo de contagio y propagación del Covid-19, posibilitando así un reencuentro con garantías con sus clientes. Buena parte de esas pantallas antisalpicaduras tiene su origen en el IMH y, más en concreto en el centro de fabricación aditiva Additive Village, un laboratorio centrado en las tecnologías de impresión 3D que viene funcionando en el IMH desde la primavera de 2019.
Zigor Esnaola, responsable de relaciones con las empresas del IMH, ha vivido en primera persona las consecuencias del coronavirus, ya que fue uno de los primeros afectados por esta enfermedad en Elgoibar. Ahora, ya recuperado, explica cómo se embarcó en este proyecto de fabricación de pantallas faciales encaminado a paliar la falta de elementos de protección con la que los sanitarios vascos tuvieron que afrontar la eclosión de la pandemia. «Nuestras primeras máscaras fueron para el centro de investigación e innovación aplicada de la Formación Profesional del País Vasco, Tknika. Esta entidad fue la encargada de entregárselas a Osakidetza para que las hiciera llegar a los hospitales y centros de salud en los que eran más necesarios. Finalizada esa labor, empezamos a responder a la demanda de máscaras que nos llegaban desde otros lugares. Entre esas peticiones estuvo la de los comerciantes de Elgoibar, para los que preparamos varias pantallas. Seguimos trabajando en este campo, pero siempre en la medida de nuestras posibilidades pues tenemos otras obligaciones centradas en nuestra actividad diaria, a las que también tenemos que dar respuesta».
En total, el centro de adición del IMH ha fabricado 300 pantallas así como un centenar de salvaorejas, un elemento que se sitúa en la parte posterior de la cabeza y que, como su nombre indica, tiene como objeto servir de sujeción a las gomas de las mascarillas. En ese proceso, el laboratorio ha hecho uso de una impresora FDM (Fused Deposition Modeling) y de otra Multi Jet Fusion de la marca HP. Son máquinas de alto rendimiento capaces de dar respuesta a la necesidad urgente de productos realizados a partir de la técnica de impresión aditiva con polímeros (material plástico). Se trata de una tecnología que ocupa un lugar cada vez más relevante en el mundo de la industria, al igual que la impresión láser en 3D con el metal como materia prima, otro campo en el que el IMH también está trabajando en Additive Village, incorporando esta tecnología tanto a su oferta formativa como a la de los servicios que ofrece, dando respuesta a las demandas que recibe desde el mundo de la industria.
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