Eibar

De Mogel a Txonta, rehabilitación exportable

De las 15 comunidades que participan en el programa un total de seis han finalizado ya los trabajos, otras seis los terminarán en poco tiempo y dos de ellas los han comenzado pero aún les queda un tiempo para concluirlos. Un único portal aún no ha iniciado las obras.

Los portales sobre los que se actúa benefician a 221 viviendas y familias, con una inversión del departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, vía subvenciones, que ronda los 4,5 millones de euros. Estas ayudas se han visto complementadas con las subvenciones solicitadas al Ente Vasco de la Energía, con las ayudas particulares de Etxebide y con una subvención adicional que aportó el propio Ayuntamiento de otros 400.000 euros para el proyecto.

A la vista de los avances que ha experimentado este proyecto, desde la oficina de Txonta, situada en un local del número 3 de este calle, y en la que colaboran el Ayuntamiento y Debegesa como Sociedad Urbanística de Rehabilitación, se ha hecho una valoración muy positiva de las actuaciones llevadas a cabo hasta el momento y tras varios meses de intenso trabajo.

Este proyecto de rehabilitación integral se desarrolla en el marco del programa Opengela, impulsado por el Gobierno Vasco con el apoyo de la Unión Europea, en el que el barrio de Txonta se considera como un área piloto junto con el barrio bilbaíno de Otxarkoaga.

El programa Opengela es una iniciativa que busca mejorar la calidad de vida de los residentes en los barrios a través de la regeneración urbana. Además, y gracias a este programa europeo, los vecinos de Txonta están obteniendo financiación para poder hacer frente a los desembolsos de las obras de rehabilitación que deben realizar en sus viviendas, ya que, si bien se encuentran subvencionadas en una gran parte, han de anticipar los costes de los trabajos.

Las subvenciones concedidas en el marco del proyecto de rehabilitación integral de Txonta tienen como objeto la ejecución de todas las actuaciones expresamente contempladas en sus bases, entre las que se encuentran la instalación de ascensores, rampas y cualquier otra obra que sirva para garantizar la accesibilidad a las viviendas y la intervención en la mejora de la envolvente del edificio (fachadas, cubierta, vuelos).

El proyecto de Mogel y su continuación en Txonta se ha podido exportar a otros 21 municipios vascos. Y, mientras tanto, ayuntamientos, agencias regionales y organismos europeos han visitado esta iniciativa en la que la colaboración pública y la implicación de los ciudadanos ha servido para establecer un ejemplo único de recuperación de barrios degradados.

Todo surge a partir de que en el año 2010, la Consejería de Vivienda del Gobierno Vasco empezó a apostar por la regeneración urbana integral en barrios vulnerables como una política aestratégica para la mejora de la habitabilidad y de la calidad de vida de pueblos y ciudades.

En este sentido, varias circunstancias permitieron que el barrio de Mogel se planteara como el primer proyecto piloto de aplicación de estas políticas de regeneración urbana: necesidades objetivas de actuación integral en el barrio, implicación del Ayuntamiento eibarrés y del Gobierno Vasco, y una asociación de vecinos convencida, proactiva y colaborativa. Sin ella, el proyecto habría tenido muchas más dificultades de las que ya de por sí tenía.

A partir de aquí se procedió a llevar a cabo una actuación en eficiencia energética a través de obras en fachadas y colocación de placas solares para agua caliente en los tejados, junto a la mejora de la accesibilidad con ascensores en todos los edificios, mejora de la accesibilidad en el barrio con un ascensor exterior y varias escaleras mecánicas reurbanización y mejora del espacio público con la construcción de 20 portales y 200 viviendas y familias beneficiadas bajo una inversión pública del Gobierno Vasco de alrededor de 3,5 millones de euros.

Desde entonces se ha actuado sobre 21 municipios, con más de 400 portales, en torno a 3.900 viviendas y familias beneficiadas y con una inversión prevista por el Gobierno vasco de cerca de 14 millones de euros (137.440.000 euros).