Marta López de Guereñu asciende al primer equipo femenino del Eibar
La lateral eibarresa, convocada en las doce jornadas disputadas se consolida tras un largo recorrido formativo y dos cesiones
Marcos Rodríguez
Eibar.
Viernes, 28 de noviembre 2025, 20:49
El Eibar refuerza su proyecto con talento propio. La defensa Marta López de Guereñu, de 22 años, pasa a ser oficialmente jugadora del primer equipo femenino tras encadenar doce convocatorias consecutivas en Liga F —la última de ellas, el pasado fin de semana en Valdebebas— y haber participado ya en seis encuentros en lo que va de temporada. Su salto definitivo supone la culminación de un proceso formativo largo y constante dentro del club armero.
La lateral zurda, natural de Eibar, ya sabe lo que es competir al máximo nivel. Con apenas 17 años, formó parte de la plantilla del primer equipo en la temporada 2020/21, su debut en una Liga F entonces en plena profesionalización. Tras aquella primera experiencia, dio un paso atrás para crecer: en la campaña 2021/22 jugó en el filial, y un año después salió cedida al Granada, donde acumuló minutos y madurez competitiva.
Regresó a casa al inicio del curso 2022/23, año en el que el Eibar selló su ascenso a la élite. Ya en la primera temporada de las armeras en Liga F (2023/24), López de Guereñu volvió a salir cedida, esta vez al Racing, para seguir desarrollándose antes de regresar nuevamente a Eibar para ponerse a disposición del club.
Aquella temporada, pese a ser jugadora del filial, ya comenzó a hacerse un hueco entre las convocatorias del primer equipo, disputando varios encuentros e incluso firmando titularidades de prestigio, como la del duelo ante el Barcelona en Ipurua.
Su progresión no se ha detenido. En el presente curso, el técnico Iñaki Goikoetxea ha contado con ella desde la primera jornada. Su regularidad en las convocatorias, su aportación en el campo y su adaptación al ritmo de la Liga F han llevado al club a confirmar su promoción al primer equipo.
Con seis partidos ya disputados y un rol cada vez más consolidado, la eibarresa se suma plenamente al proyecto armero, reforzando una línea defensiva que necesitaba profundidad y continuidad.