Eibar
Ipurua cae y el Eibar enciende las alarmasLos errores vuelven a condenar a los armeros, que firman su peor arranque desde el descenso y afrontan una dura salida a Santander
El Eibar amaneció este martes inmerso en una realidad incómoda: la derrota del sábado ante el Real Zaragoza (1-2) no solo puso fin ... a una racha de nueve partidos invicto en Ipurua, sino que confirmó que el equipo atraviesa un momento crítico en lo clasificatorio, en lo emocional y en lo futbolístico. El golpe fue duro. Caer en casa frente al colista, que jugó con diez desde el minuto 25, amplifica una preocupación que ya venía creciendo en la ciudad y que ahora se instala con más fuerza. El equipo de Beñat San José es decimoséptimo con 17 puntos, solo uno por encima del descenso en la jornada 15, y sus números hablan por sí solos: cuatro victorias —todas en Ipurua—, cinco empates y seis derrotas. El peor arranque desde el regreso a Segunda.
El encuentro ante el Zaragoza simbolizó, en 90 minutos, la temporada del Eibar: capacidad para generar, incapacidad para rematar; dominio territorial, pero errores puntuales que castigan como puñales. El penalti cometido por Cubero y el despeje defectuoso de Peru Nolaskoain que acabó en el 1-2 volvieron a exponer una tendencia repetida. Hace dos semanas fue en El Molinón, con un error que costó dos puntos. Contra el Zaragoza, un doble error costó la derrota. Y esa factura se acumula demasiado rápido para un equipo que no está en disposición de desperdiciar nada.
La situación actual recuerda, inevitablemente, la del curso pasado. Entonces, a estas alturas, el equipo sumaba 21 puntos y también transitaba por la zona baja. El posterior bache entre enero y febrero precipitó la destitución de Joseba Etxeberria. Ahora, bajo el mando de San José, la sensación es que el conjunto no ha conseguido despegar más allá de fases puntuales de los partidos. El entrenador había asegurado en la previa que se estaban «mirando con lupa» los errores que estaban costando puntos, pero el sábado el equipo reincidió en ellos. Y en una liga tan igualada cada detalle puede cambiar un partido... y una temporada.
A la preocupación por la derrota se añade la dureza del calendario inmediato. Este domingo, a las 16.15 horas, el Eibar visitará El Sardinero para medirse al Racing de Santander, actual colíder con 29 puntos, empatado con el Depor, y uno de los equipos más sólidos. Los cántabros apenas han cedido puntos en casa y llegan en una dinámica ascendente, lo que convierte la salida en una de las más exigentes. Y el dato es implacable: el Eibar ha sumado solo dos puntos de 21 posibles lejos de Ipurua.
Con un panorama que no invita al optimismo, el equipo ha iniciado una semana crucial. Tras la jornada de descanso de este lunes la plantilla se empezará a ejercitar este martes en Areitio en una sesión marcada por la necesidad de reconstruir confianza y limpiar la frustración acumulada tras el tropiezo ante el Zaragoza.
La semana continuará con entrenamientos diarios hasta el sábado. El último ensayo, en Ipurua, buscará afinar los detalles antes del viaje a Santander. Es una semana larga, una semana de cinco sesiones que debe servir no solo para preparar el partido, sino para reconstruir certezas dentro de un vestuario que necesita, más que nunca, recuperar estabilidad y convicción.
Venta de entradas y autobús
La movilización también llega desde la grada. El club ha recibido 1.200 entradas del Racing de Santander, a un precio de 21 euros, y ha organizado junto a Viajes Premier un desplazamiento en autobús que incluye viaje y entrada por 35 euros. La salida se realizará a las 9.00 horas del domingo. La venta se realizará de forma presencial en Orsaixan o a través de los enlaces habilitados por el club.
Tras el duelo de Santander, el Eibar afrontará además la segunda ronda de la Copa del Rey frente al Pontevedra el miércoles, lo que convierte estas dos semanas en un tramo decisivo para medir la capacidad de reacción del proyecto. Con la clasificación tan comprimida y con la urgencia instalada en el ambiente, el equipo está obligado a dejar atrás el discurso de las sensaciones y convertir sus fases de buen juego en puntos. Porque la temporada avanza y el margen de error se va reduciendo cada semana.
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