Egoaizia celebra 25 años de solidaridad en Portalea con un encuentro de recuerdo y compromiso
La ONG eibarresa reunió a voluntariado, colaboradores y amistades en un acto cargado de memoria, agradecimiento y mirada al futuro
Portalea de Eibar se convirtió en un pequeño mapa del mundo. Durante algo más de una hora, la ONG eibarresa Egoaizia celebró su 25 aniversario ... arropada por decenas de personas que, de una u otra manera, han formado parte de este proyecto solidario a lo largo de un cuarto de siglo.
El acto, abierto a toda la ciudadanía, se concibió como un encuentro de «casa común»: acudieron antiguos y actuales voluntarios, personas socias, colaboradores puntuales, representantes de colectivos amigos y vecinos que, sin estar vinculados de forma directa, se habían sentido cercanos al trabajo de Egoaizia en Eibar y en diferentes rincones del planeta.
La celebración arrancó con una presentación sencilla y cercana, en la que se recordó cómo, 25 años antes, un pequeño grupo de personas de Eibar había decidido organizarse para apoyar proyectos de desarrollo y fortalecer la conciencia solidaria en la ciudad. A partir de ahí, el protagonismo recayó en los propios voluntarios que dieron a conocer los motivos por los cuales se integraron en esta ONG que tanto ha hecho por el desarrollo de pueblos sumidos en la más absoluta pobreza.
Uno de los momentos centrales de la mañana fue la proyección de un vídeo que repasó la historia y el recorrido de Egoaizia. A través de fotografías, testimonios y breves clips de proyectos, el audiovisual fue desgranando los pasos dados, las personas implicadas y las experiencias compartidas desde finales de los años noventa. Se recordaron estancias en terreno, campañas de sensibilización, viajes de intercambio y actividades educativas en centros escolares y espacios comunitarios. No faltaron las anécdotas, pero en todas las declaraciones había un sentimiento común por el que «había merecido la mena la formación y desarrollo de esta organización por su solidaridad y por haber conectado con las necesidades de muchas personas cuya vida transcurría bajo el objetivo único de sobrevivir».
Apoyo al vulnerable
El vídeo sirvió también para poner rostro a las comunidades con las que la ONG había trabajado en estos 25 años en países como Honduras, Colombia, Perú, República Democrática del Congo o Etiopía. Se destacaron iniciativas ligadas a la educación, la igualdad de género, los derechos humanos y la sostenibilidad, siempre impulsadas en colaboración con organizaciones locales. La voz en off subrayó una idea que Egoaizia ha repetido desde sus inicios: la cooperación solo tenía sentido si se construía «de igual a igual», desde el respeto y el trabajo conjunto.
Además de la mirada hacia el Sur, el acto quiso recordar la dimensión local de Egoaizia, «pero en el que habían existido 'desiertos' y momentos oscuros de crisis» A lo largo del encuentro se mencionaron los numerosos proyectos desarrollados en Eibar y en Africa y Latinoamérica, para promover una ciudadanía crítica y solidaria. Se evocaron talleres, charlas, exposiciones y campañas, así como la ya consolidada Feria de Consumo Responsable, que año tras año había invitado a reflexionar sobre los hábitos de compra, la huella que dejan en el planeta y las alternativas más justas y sostenibles. Entre intervención e intervención se fueron sucediendo pequeñas sorpresas, unos versos espontáneos en euskera, recuerdos de momentos significativos y dinámicas participativas que invitaron a recordar, sonreír y, al mismo tiempo, seguir soñando con un mundo más justo. El tono general fue de gratitud y de celebración compartida, más que de autoelogio.
En varios momentos del acto se hizo hincapié en que este 25 aniversario no se entendía como una meta, sino como un punto del camino. Quienes lanzaron sus testimonios insistieron en que los desafíos globales —las desigualdades, las migraciones forzadas, la crisis climática— seguían siendo enormes, y que la cooperación y la educación para la transformación social continuaban siendo herramientas indispensables. El encuentro quiso ser, así, un espacio para renovar compromisos más que para cerrar etapas. La mañana concluyó con un picoteo compartido en el propio Portalea. En un ambiente distendido, los asistentes brindaron por estos 25 años de compromiso, solidaridad y amistad, intercambiaron recuerdos y anécdotas y aprovecharon para reencontrarse con personas con las que habían coincidido en campañas, proyectos o viajes de cooperación. Entre abrazos, fotos y conversaciones, quedó la sensación de que Egoaizia había tejido, en este tiempo, algo más que proyectos: había ayudado a construir una red de personas convencidas de que Eibar también se juega mucho en lo que ocurre en Honduras, en Colombia, en Perú, en el Congo o en Etiopía.
Con la foto final de grupo y el eco de muchas historias compartidas, el 25 aniversario de Egoaizia se cerró como había empezado: poniendo en el centro a las personas y recordando que la solidaridad, cuando se practica de forma humilde y constante, deja huellas que van mucho más allá de las cifras y los balances.
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