Fallece Alfonso Cuesta, alma mater del hermanamiento con Schwarzenbruck
También a primeros de año falleció Albrecht Frishter, primer alcalde del hermanamiento
FCO. JAVIER AGUADO GOÑI
Jueves, 26 de mayo 2022, 00:10
Alfonso Cuesta Inestrillas acaba de fallecer en su localidad de Schwarzenbruck donde residía con su familia. En agosto hubiese cumplido la edad de 90 años. Gracias a nuestra propia hemeroteca y la colaboración de Koldo Argandoña nos apresuramos a rememorar su figura digna de ser recogida en una novela.
Llegó a Urretxu en 1946 desde Santoña en el grupo familiar con sus padres y hermanos, residiendo en la trasera de la casa Mendiola. De niño padeció una polio pero eso no sería una barrera insalvable pues su afán de superación le iba a llevar bien lejos. Para la vecindad la que puede resultar más conocida es la hermana que permaneció en Urretxu, María Rosario Cuesta.
En 1956 los montañeros guipuzcoanos le dedicaron un homenaje por su pundonor y afán de superación. Su primer oficio fue comercial de productos de una forja del pueblo y luego para una ferretería, a comisión.
Aficionado al monte, en Urbia tomó la decisión de irse de Euskal Herria. Así emprendió una nueva vida hacia lo desconocido donde iba a tener experiencias personales que marcaría su vida. Su periplo le llevó por París, Bélgica, Italia, Dinamarca, Inglaterra finalizando en Alemania donde logró encajar y conoció a su esposa Hilde con la que contrajo matrimonio en 1960. Estudio informática, alemán y mecanización de motores diesel. Entró en el partido socialdemócrata y adquirió la nacionalidad alemana. Los inmigrantes no podían votar y él quería que tuvieran voz. Trabajaba en Nuremberg y los inmigrantes locales se levantaron, debido a la discriminación. Le nombraron portavoz y consiguieron que el Ayuntamiento les dejara crear el Consejo de Extranjeros
Además del SPD, se metió de lleno en la asociación de bomberos y en el polideportivo. Además, fundó un grupo de teatro. Cada año presentaban una obra de teatro y conseguían fondos para las iniciativas de los jóvenes. Además, fue concejal de Schwarzenbruck. Hace unos años recibió la Orden del Mérito por su contribución como ciudadano en Alemania.
Hasta ahora es como si Alfonso Cuesta se hubiese perdido irremediablemente para su pueblo de la infancia, pero nada mas lejos de ello. Ya como edil en Schwarzenbruck les habló tanto y tan bien de Urretxu que consiguió levantarles la curiosidad y hacer posible un sueño como fue el hermanamiento entre un trocito de Alemania y otro de Euskadi.
Hermanamiento
En 1988 ya hubo escarceos, siendo alcalde Ramón Arbizu, para llevar adelante el hermanamiento. Aun serían recibidos en el 1 de noviembre de 1990 y el alcalde Ramón Arbizu hizo entrega al alemán de una makila donde en euskera decía 'la palabra es la palabra', pero sería en 1991 cuando tomaría cuerpo legal.
Al hilo de la noticia de hoy, también hemos de hacernos eco del fallecimiento a primeros de año del alcalde Albrecht Frishter, que el 31 de octubre de 1990, va camino de cumplirse 32 años, encabezaba una delegación con representantes de la localidad alemana de Schwarzenbruck para pasar unos cuantos días entre nosotros. El objetivo no era otro que el de ultimar los contactos entre ambos municipios de cara a un próximo hermanamiento.
La corporación municipal les atendió e hizo de anfitriona con un elaborado programa de actos, reuniones y visitas para conocer Urretxu y el entorno. En la expedición teutona formada por 54 personas hubo representantes de la vida cultural, social y deportiva en el deseo de que el intercambio y el encuentro fuese, además de institucional, también muy personal, muy popular.
De hecho los vecinos de Schwarzenbruck fueron acogidos en viviendas particulares de Urretxu, con la idea de que el encuentro e intercambio entre vecinos de ambos pueblos fuese en el plano personal.
A las cinco de la tarde de aquel 31 de octubre fueron recibidos y tras ser alojados pudieron conocer la gastronomía en un txoko local conociendo de primera mano la mano diestra de la cocina del Txirimiri. Desde entonces y en los siguientes días hubo un apretado programa que les llevó a conocer Urretxu, sus gentes y cómo no, lugares emblemáticos como Gernika con su Casa de Juntas, la costa de Bizkaia y Gipuzkoa, fueron recibidos en la Diputación Foral y pudieron conocer Donosti, además de Loyola, con su basílica con cena en el asador Mendizabal de Landeta. Tampoco quedó atrás la visita al Parlamento Vasco en Gasteiz, recorrido por La Rioja Alavesa con almuerzo en bodega típica y final de jornada con cena en el restaurante Etxeberri amenizada por la Coral Goiargi.
En otra de las jornadas, el día 4 se cursó visita a los pueblos cercanos, hubo concierto en plaza Iparragirre a cargo de la banda del taller Iparragirre Balerdi, con almuerzo en Santa Bárbara, y por la tarde festival de deporte rural en el Ederrena y partidos de pelota. Tras asistir al concierto de la coral rusa 'Abe Sol' cenaron en la sociedad Urretxua. Antes de partir en la quinta y última jornada visitaron la cooperativa Fagor, con almuerzo en la hospedería de Aranzazu y visita al complejo religioso.
4 de mayo de 1991
El cuatro de mayo referíamos en la crónica local que una representación de vecinos de Urretxu con el alcalde Arbizu a la cabeza partía para Alemania. Así, el domingo 5 de de mayo, a las 10 de la mañana tuvo lugar en Schwarzenbruck un acto ecuménico (católico-protestante), donde a continuación se estamparon las diferentes firmas de los hermanamientos de la ciudad alemana con Urretxu, así como con Kecel (Hungría), Geyer (RDA), así como los 20 años de padrinazgo con la localidad tirolesa de Klausen.
En fin, hoy toca mentar y despedirnos de dos hombres que siendo de orígenes distintos lucharon y trabajaron por unos pueblos unidos en la Europa de nuestros días.
Transmitimos a sus familias y a ambas comunidades nuestra condolencia.