El claustro de Kulturate abre una puerta a la prehistoria en Arrasate

Esta iniciativa ha sido puesta en marcha por Gordailua y comisariada por Alvaro Arrizabalaga (UPV) y María José Iriarte (Ikerbasque). Además ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Arrasate, Arrasate Zientzia Elkartea y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Representantes de todas ellas estuvieron presentes en la inauguración que tuvo lugar ayer al mediodía.

Además de las piezas almacenadas en Gordailu, la exposición incluye también réplicas de los huesos humanos más antiguos encontrados en Euskal Herria (un húmero y dos dientes). Estos son muy similares a los esqueletos encontrados en la Sima de los huesos de Atapuerca. Se mostrará también la importante fauna de otros yacimientos cercanos. Y es que, el objetivo de la exposición, además de presentar la colección de Gordailua, es ofrecer una imagen del contexto histórico de la época en la que aún vivían humanos en la zona de Lezetxiki. La iniciativa pretende aportar información acerca de cómo era la vida en la prehistoria en los alrededores de Arrasate.

El yacimiento de Lezetxiki está totalmente protegido por resolución de 6 de septiembre de 2021 como Bien Cultural de Protección Especial, con la categoría de Zona Arqueológica y tiene gran importancia para el conocimiento de la prehistoria vasca.

El objetivo de la exposición no se limita únicamente a mostrar algunas piezas correspondientes a la prehistoria de Arrasate, sino que también se busca arrojar información a los visitantes en relación a las diferentes excavaciones que fueron protagonistas en Lezetxiki sobre todo en la segunda mitad del siglo XX.

Nombres como el de Jose Miguel Barandiaran brillan con una fuerza especial en este recorrido histórico por las excavaciones de la zona. Gracias a la información que Justo Jauregi-Arraburu facilitó a José Miguel de Barandiarán, éste lograría más tarde desenterrar una de las pistas de la prehistoria vasca más reconocidas.

Concretamente, el húmero humano más antiguo hallado hasta la fecha en Euskadi. Fue atribuido a una hembra de la especie 'Homo Heidelbergensis' que vivió hace más de 164.000 años. Este dato es significativo, ya que sólo los restos encontrados en Atapuerca tienen una antiguedad mayor que el húmero de Lezetxiki.

Se llegó además a la conclusión de que la mujer tenía una edad comprendida entre los 30 y los 35 años y una estatura cercana al metro y medio. El descubrimiento se realizó en 1965, ocho años después del fallecimiento de Justo Jauregi.

Como no podía ser de otra manera, la exposición también presta una especial atención a la fauna que fue protagonista en la época. Según estudios, tres son las especies de osos que frecuentan Lezetxiki en esa época y la ocupan, desplazando a los seres humanos en su uso durante milenios: 'Ursus deningeri', al que sucede 'Ursus spelaeus' (oso de cavernas) y, tras la extinción de estos, 'Ursus arctos', el actual oso pardo. Algunos de los niveles de Lezetxiki no registran actividad humana, solo de osos. Y es que, muchos de estos animales no lograban sobrevivir a su letargo y quedaban enterrados en la zona hasta el momento de la llegada de los arqueólogos.

Hay que tener en cuenta que cuevas como la de Lezetxiki ofrecieron cobijo a animales y Neandertales a lo largo de los años y eran una ayuda imprescindible en según que momentos. Como consecuencia de ello, no solo se ocuparon las cuevas como Lezetxiki, sino también los abrigos rocosos (como Axlor) y los campamentos al aire libre como Magurduia norte. En definitiva un recorrido por la prehistoria para todos los vecinos.