Bienestar Social dedica casi la mitad del presupuesto a la Tercera Edad
Ha aumentado en un 13% su aportación a éste y a otros programas, con un desembolso de 25 millones de euros. Los mayores de 60 años suponen el 20% de la ciudad
JAVIER MEAURIO
Miércoles, 13 de febrero 2008, 11:09
SAN SEBASTIÁN.DV. Casi la mitad del presupuesto del Departamento de Bienestar social del Ayuntamiento -que asciende prácticamente a 25 millones de euros- irá dirigido a la Tercera Edad, según informó ayer la concejala responsable del área, la edil socialista Susana García Chueca. Con respecto a 2006 la cuentas municipales en estos programas han aumentado un 13% y suponen un total de 24.938.873 euros.
El destino del envío hacia las personas mayores se justifica porque representan un colectivo en torno al 20% de la ciudadanía donostiarra. Así, uno de los datos más relevantes con respecto al grupo de la Tercera Edad es que en torno a 12.000 personas mayores de 60 años viven solas en San Sebastián. Las incapacidades tanto físicas como psíquicas, así como las dificultades socioeconómicas son otras de las razones que mueven al Consistorio a volcarse con este colectivo.
Según indicó García Chueca, como recursos Acción Social apoya lo que históricamente han sido los Hogares del Jubilado, que hoy en día son asociaciones de mayores que desarrollan su actividad en equipamientos. Así funcionan como servicios que ofrecen actividades de ocio y tiempo libre, comedores sociales, excursiones, gimnasia, manualidades y actividades socioculturales de todo tipo.
«El Departamento de Bienestar Social cede los locales, financia la adecuación y reforma de los mismos y apoya la financiación de los que son patrimonio municipal», añadió.
«Uno de los programas que hay que destacar es el llamado +55 que consiste en la promoción de la participación de los mayores en los equipamientos normalizados y en el apoyo a las iniciativas de las personas mayores en beneficio de la comunidad», señaló la concejala del PSE.
Servicio a mayores
En el servicio a mayores las cuentas corrientes destinarán un 35,6% más que en el ejercicio anterior, lo que supone cerca de 4 millones de euros. Aquí se incluyen la ocupación de este colectivo en plazas residenciales, los apartamentos sociales, los tutelados, el acogimiento familiar y el programa de estudiantes, que da la alternativa de convivencia entre una persona mayor y un estudiante.
El servicio de Ayuda Domiciliaria asciende a más de 6 millones de euros y supone el 24,2% del presupuesto del Departamento de Bienestar Social. «Se trata de una prestación social comunitaria de carácter complementario y transitorio, orientada a restablecer y mantener el bienestar físico, social y psicológico de la persona o familia, incidiendo en las tareas cotidianas que el usuario no puede realizar por sí mismo, proporcionándole la posibilidad de continuar en su entorno natural, mientras sea posible, y retrasando al máximo la necesidad de un posible internamiento», comentó García Chueca.
Prevención
Otro de los programas que ha visto incrementado su presupuesto -en este caso en un 77%- es el de Prevención, Infancia y Familia, que desarrolla actuaciones en el marco educativo, en el riesgo de maltrato, abandono y desamparo, en la intervención familiar especializada, en los programas de atención alternativa de alojamiento de urgencia, en casos de violencia familiar y en el desarrollo del Plan Local de Drogodependencias.
Inserción Social
Inserción Social recibe casi el 27% del presupuesto. En este apartado se enmarca el Centro de Acogida Social, la atención a las personas sin techo, el acceso a una vivienda, la escolaridad de los menores, el empleo normalizado o la atención a los problemas derivados de la violencia de género.
La inmigración cuenta también con mayor presencia. «La inclusión no es solo un ejercicio para lograr que las personas que vienen de fuera aprendan del lugar y costumbres del lugar a donde vienen, sino que también nosotros apostemos por recoger esa parte de cultura que traen en sus maletas», señaló. Asimismo, indicó que su departamento realizará un esfuerzo importante para descentralizar la oferta de servicios sociales y personales.