1908. Un Carnaval entre la lluvia y el triduo
MIKEL G. GURPEGUI
Viernes, 1 de febrero 2008, 10:15
Hay formas y formas de recibir un Carnaval. Eligiendo disfraz o escapando. Pero acaso la manera más ceniza de encararlo sea acudiendo a un triduo de desagravio.
El Correo de Guipúzcoa, que pronto adivinarán que era un periódico tradicionalista, informaba en 1908 de que en San Sebastián «se celebrará durante los días de Carnaval, en los que por desgracia tantas ofensas y agravios recibe el Sagrado Corazón de Jesús, un solemnísimo Triduo en el que predicará el elocuentísimo orador sagrado R.P. Gonzalo Coloma, hermano del que hace poco fue nombrado, por sus revelantes méritos en el campo de la literatura, académico de la Lengua».
Suponemos que querían decir relevantes los elocuentísimos compañeros de El Correo de Guipúzcoa, que hizo un seguimiento del triduo. El 3 de marzo de 1908 leemos: «La parte culta de Donostia ansiosa de escuchar la elocuente palabra del Reverendo Padre Coloma, llenaba la espaciosa capilla de los Reverendos Padres Jesuitas, ¡y cómo no, si anteayer dejó subyugados a los que tuvieron la suerte de acudir al primer sermón del triduo!».
Para completar aquel ambiente tan festivo, llovió y hasta nevó, con lo que la cabalgata fue suspendida en dos ocasiones. La gente se refugiaba en los arcos de la plaza de Guipúzcoa. Y allí «hacían falta varios agentes de policía para evitar tal vez el mayor abuso de los que se comete estos días, cual es la condenable costumbre que tienen muchos sugetos -sic- de llenar la boca de conffettis a los jóvenes que encuentran a su paso, haciéndoselos tragar a viva fuerza».
En todo caso, el martes de Carnaval por fin pudo salir la cabalgata. Y hasta los nada festivos del Correo hubieron de elogiar a las participantes. Estas son algunas de las descripciones que hacían: Caravana ciclista, «montada por socios del Club Ciclista de San Sebastián (...). Esta caravana agradó muchísimo por su originalidad y gusto artístico». Una visita de otros mundos, «presentada por el Circulo Easonense, la cual representa el sol y la luna, en feliz maridaje, que se deciden a abandonar el mundo de los astros para venir a San Sebastián». Cleopatra en el Nilo, «carroza elegantemente adornada y arrastrada por cuatro caballos blancos enjaenados al estilo egipcio». Historia del café: «Esta carroza representa una inmensa concha arrastrada por fantásticos pescados. Sobre un pedestal (...), una hermosa dama simboliza la ciudad de San Sebastián. Forman su cohorte el Café, el Thé, la Leche, la Cerveza, el Hielo, el Champagne, etc., representados por bellas muchachas».