Bildu pide presupuesto para un estudio a la sociedad que gestiona el puerta a puerta

«Mucho me temo que el puerta a puerta viene a San Sebastián». Las palabras del portavoz del PSE, Ernesto Gasco, en un momento del debate de ayer en el Pleno del Ayuntamiento resumía bien la situación que se vivió entre el gobierno municipal minoritario y la oposición mayoritaria. Una petición de comparecencia del alcalde, dos declaraciones institucionales y una moción no fueron suficientes para que el ejecutivo de Izagirre aclarara qué sistema de gestión de residuos se va a implantar en la ciudad. Pero el portavoz del PNV, Eneko Goia, desveló que el Ayuntamiento ha preguntado a Garbitania qué necesitaría para hacer un informe para la implantación del puerta a puerta en la ciudad, algo que Bildu aclaró que es «una consulta» y no el encargo formal de un estudio. La mayoría de la corporación volvió a rechazar el sistema puerta a puerta de recogida de residuos y se negó, con los votos de PSE, PP y PNV, a que el Ayuntamiento ofrezca suelo para depositar «residuos estabilizados» en canteras o minas abandonadas.

El gobierno municipal no se salíó del guión y sorteó las preguntas que le dirigieron los portavoces de los grupos de la oposición. Dos en concreto: ¿piensan implantar el puerta a puerta en la ciudad?, y ¿dónde piensan ubicar el vertedero para depositar la fracción resto de la basura previamente tratada? El alcalde tampoco respondió a una pregunta más formulada por Eneko Goia: «¿por qué este gobierno municipal ha solicitado a Garbitania un estudio para la implantación del puerta a puerta en San Sebastián?». El portavoz del PNV señaló que esta petición de Bildu ha sido respondida por la sociedad que gestiona el puerta a puerta en Hernani, Usurbil y Oiartzun con un documento en el que se explica que el estudio jurídico, técnico y económico costaría unos 40.000 euros. Garbitania necesitaría que el Ayuntamiento le proporcionase «un listado completo de las viviendas existentes en Donostia, con datos catastrales y número de viviendas por cada portal, así como un listado de empresas y negocios extraído del directorio del Impuesto de Actividades Económicas (IAE)», según explicó el PNV en una nota. Goia se preguntó «por qué un gobierno que se proclama el rey de la transparencia no cuenta esto en público». En su nota de prensa, el portavoz municipal jeltzale denunció «la deslealtad» y «el juego subterráneo» practicado por el gobierno municipal que sigue intentando poner en marcha el puerta a puerta en San Sebastián «a pesar del reiterado rechazo a este sistema expresado por el Pleno municipal por abrumadora mayoría». El concejal del PNV, Iñaki Gurrutxaga, precisó además que en ese estudio para la implantación del puerta a puerta «se examinará si se podría poner en marcha este sistema de recogida de residuos sin cambiar la ordenanza, es decir sin tener que pasar por el Pleno». Este edil desmintió al alcalde y a la portavoz de Bildu en este tema, Nora Galparsoro, que los depósitos de residuos estabilizados que plantea la Diputación sean inertes. «Hay materia orgánica, plásticos, son 'balas' de residuos que huelen, que producen gases, que generan lixiviados. Y ustedes no quieren poner uno sino varios de estos vertederos en San Sebastián. Es algo insostenible».

El alcalde, Juan Karlos Izagirre, reiteró que la pretensión de construir una incineradora era un proyecto «muerto antes de nacer», entre otras cosas porque medio centenar de municipios ya han dicho que no enviarán allí sus residuos. Advirtió que la Unión Europea no va admitir «quemar residuos que se pueden reciclar», alertó sobre los peligros para la salud de las emisiones de la incineradora, y afirmó que sus cenizas tóxicas, con un volumen similar al de los depósitos de inertes que ahora plantea la Diputación, deberán depositarse también en «vertederos contaminantes». En cuanto a la vertiente económica, afirmó que la nueva solución planteada por la Diputación -tres plantas de tratamiento mecánico-biológico, una de biometanización y seis de compostaje- costará la mitad que la incineradora (200 millones de euros frente a 400) y dará empleo a 600 personas (80 en el caso de la incineradora). También rechazó que se vayan a abrir nuevos vertederos. Bildu explica que la fracción resto estabilizada se depositará en «espacios degradados».

El concejal socialista Denis Itxaso dijo que Bildu quiere «imponer, en contra de la voluntad mayoritaria de la sociedad donostiarra y guipuzcoana, un sistema de vertederos insalubre, trasnochado y que va a hipotecar suelos de por vida», lo que es contrario a las directivas de la UE. Además afirmó que el Banco Europeo de Inversiones no financiará esta empresa, entre otras cosas «porque los vertederos no son rentables». «Nos llevan a un colapso ambiental, político y del conjunto del territorio». El portavoz del PSE, Ernesto Gasco, indicó que «algo habíamos oído de que podían estar tentados de implantar el Pap en San Sebastián y por eso queremos que el Pleno se pronuncie. Queremos que sepan que si lo hacen actuarán sin el apoyo de la mayoría social y política de esta ciudad». Indicó que para el PSE «no hay ninguna zona degradada en San Sebastián que merezca un vertedero».

El portavoz del PP, Ramón Gómez, indicó que Bildu quiere llevar adelante, en minoría, un plan de residuos que pone patas arriba los laboriosos consensos alcanzados en la anterior legislatura. Advirtió que su grupo no apoyará la apertura de nuevos vertederos «aunque los residuos vengan en paquetitos» y señaló que con esta solución se aboca a los ciudadanos a «pagar el doble» por la tasa de basura. El también concejal popular Vicente García explicó que en Conpenhage «la gente esquía en el tejado de la incineradora» construida en esa ciudad. «¿Se imagina sr. alcalde a Copenhage abriendo vertederos? Aquí no podríamos esquiar, pero igual podría poner unas huertas en la cubierta de la incineradora».