Un espacio para la convivencia de todos
Celebran la recuperación de «un espacio para todos» pero rechazan «el ruido y la suciedad» de los fines de semana. Vecinos, comerciantes y hosteleros del entorno opinan sobre la nueva plaza San Juan
JOANA OCHOTECO
Sábado, 19 de mayo 2012, 05:01
La plaza San Juan, al margen de lo estético, resurge con la vocación de ser un espacio para la convivencia y el disfrute de toda la ciudadanía. No obstante, quienes han 'padecido' los casi tres años de obras y tendrán una relación más directa con el entorno son sus vecinos, comerciantes y hosteleros. Entre las opiniones sobre la renovada plaza las hay para todos los gustos. Pero, especialmente a los vecinos, les preocupa más el uso que se va a hacer del espacio. Está claro que San Juan debe ser un espacio para el disfrute de todos los irundarras, pero para sus vecinos es también su hogar y lugar de descanso. Y esto, según reclaman muchos de ellos, no siempre es posible.
Especialmente los viernes y sábados por la noche, la juerga no para «hasta las dos de la mañana», comenta Jesús, que reside en la zona. Y pocas horas después «llegan los camiones de la limpieza a la calle Mayor», con lo que los vecinos disponen apenas de unas horas de silencio. Las principales reclamaciones de muchos de ellos, que se están organizando y recabando firmas para hacer frente a esta situación, «son el ruido y la suciedad. No hay ningún control y los vecinos lo llevamos mal».
Es conocido por muchos, especialmente por la juventud, el principal uso que se le daba a la plazoleta situada en la trasera de la calle Mayor, especialmente a eso de las dos o las tres de la mañana, cuando las colas para acceder a los servicios de los bares superaban la paciencia de los parranderos: «la gente lo usaba como meadero», y los vecinos pagaban las consecuencias. «Además, en esa plazoleta se produce mucho eco».
Una de las soluciones que propone este grupo de vecinos es «una mayor vigilancia de la Policía Municipal. Es bueno que haya un ambiente festivo y cosmopolita, pero tiene que ser con un poco de atención y cuidado. Tenemos que ser ciudad; tener normas, organización...». No obstante, y a pesar de estos aspectos negativos, Jesús asegura que la renovación llevada a cabo «ha sido, para nosotros, un triunfo. El que la plaza se haya despejado es lo que principalmente hemos ganado los vecinos. Hemos recuperado un espacio en el corazón de la ciudad para todos, para quienes vivimos aquí y en todo Irun». Pero es imprescindible, para que en el nuevo espacio se configure una verdadera convivencia, que todos los que deseen disfrutar de San Juan aporten su granito de arena.