La otra cara de Zarautz

Malestar entre los vecinos del barrio de Urteta, donde está situado uno de los vertederos de Gipuzkoa. Se quejan por los olores que desprende la basura del vertedero, así como de una plaga de moscas que, afirman, les hacen la vida imposible. Es queja generalizada de todos los vecinos que residen desperdigados en los caseríos del barrio (Aierdi, Mokoroa, Ollarte, Gorritxo, Etxebarri...). Inciden en las ingentes cantidades de basura que llegan a diario al vertedero, basura toda ella expuesta y que no se tapa. «El vertedero recibe basura de toda la provincia y el problema es que no se tapa, no se echa tierra encima y, claro, surgen larvas y, por ende, moscas».

«Es la otra cara de Zarautz», señalan en alusión a la problemática que están padeciendo. «Ya hemos expuesto el tema ante la mancomunidad, pero no se actúa», señala Emilio López en representación de estos vecinos, molestos además de por los olores, por la cantidad de moscas que tienen que soportar. «No es normal que en esta época del año, en pleno invierno, haya tantas moscas. En primavera y verano, con el sol y calor sí que suele ser normal, pero en pleno enero no. La basura no se tapa con tierra y la mosca vuela desde el vertedero. Además, las altas temperaturas de esta pasada semana han contribuido para la proliferación de los insectos. No podíamos ni abrir las ventanas de casa. Entre los olores y la invasión de moscas... Invitaría a los responsables municipales a darse una vuelta por aquí».

En la mañana de ayer dos excavadoras trabajaban en el vertedero, aplastando y compactando los residuos. «Calculamos que cada día llegan diez camiones, con muchas toneladas en cada camión. En estos momentos hay un gran montículo, de unos 20 metros de altura, con toda la basura a la vista, y al lado han comenzando a rellenar otro montículo. La construcción de la nueva planta incineradora para el año 2013 nos queda todavía lejos para seguir soportando estos olores. La basura no la quiere nadie y nosotros, en Zarautz, recibiendo los residuos de media provincia».

Por contra, de un tiempo a esta parte, las gaviotas han desaparecido del vertedero, apenas quedan. «Se ve que al no poder acceder a la comida (basura), han ido a algún otro lugar».

Los vecinos de Urteta reiteran que un vertedero al lado de casa no lo quiere nadie. «Somos nosotros los que estamos aguantando. Somos pocos vecinos y nadie se entera, pero queremos denunciar la situación, que todo el mundo se entere de nuestro problema».