La Mancomunidad de San Marcos hereda 50 litigios

Pendientes de una auditoría cuyos resultados se conocerán «en breve», los nuevos gestores de la Mancomunidad de San Marcos, ahora en manos del PSE y PNV, dieron ayer a conocer una primera fotografía de la 'herencia' recibida de los anteriores responsables (ANV, EB y Alternatiba). Según avanzó el presidente de la Mancomunidad, Juan Carlos Merino, cuando llegaron a la dirección hace dos meses se encontraron «con medio centenar de contenciosos» abiertos, un enfrentamiento judicial fundamentalmente derivado de las diferencias entre los dos modelos de gestión de residuos, el del quinto contenedor y la incineradora, que defienden el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa y la actual directiva de la mancomunidad, y el del puerta a puerta, respaldado por el anterior equipo.

Ahora, aseguró Merino, se «está desactivando» esta situación judicial «que paralizaba el funcionamiento» de la entidad para emplear los recursos en «muchas cosas que quedaban por hacer y que no se estaban haciendo», como la puesta en marcha de nuevos garbigunes, la extensión del quinto contenedor o el sellado definitivo del vertedero de San Marcos, detalló.

Uno de los litigios que más trascendencia ha tenido ha derivado en la suspensión cautelar al Ayuntamiento de Hernani para gestionar la recogida de envases, cartón y papel a través del puerta a puerta. El fallo judicial, que era recurrible, podía dejar en el aire la validez de este sistema elegido por el consistorio frente a la opción del quinto contenedor. Quedaba la duda de si, a la vista de la sentencia, el municipio podía seguir adelante con la recogida puerta a puerta o debía volver al sistema anterior de contenedores.

Las dos partes han llegado a un principio de acuerdo, explicó ayer Merino, por el cual se establece una solución mixta que deberá ser refrendad por la junta de la mancomunidad. Tras una reunión mantenida también con el Ayuntamiento de Oiartzun, los municipios han aceptado que la competencia de recoger los envases, cartón y papel corresponde a la mancomunidad, aunque ésta delegará la gestión a los consistorios para que puedan continuar con el sistema de recogida que ellos decidan, si bien las materias recogidas deberán seguir el mismo camino que las del resto recogidas por la mancomunidad, especificó.

Merino abogó por llegar un «entendimiento inevitable» entre las dos visiones enfrentadas sobre el sistema de recogida de basuras, porque «no puede ser que las diferencias se resuelvan mediante contenciosos» que, añadió, «consumen gran cantidad de tiempo, recursos humanos y económicos».

Errenteria se suma

El cambio de rumbo al frente de la Mancomunidad de San Marcos, con la entrada del PSE y PNV en sustitución de ANV, Alternatiba y EB, se escenificó ayer con la firma del convenio con Diputación para extender el quinto contenedor, donde se deposita la materia orgánica transformada después en compost. Frente al sistema del puerta a puerta que defendían los anteriores gestores, la entidad presidida ahora por Juan Carlos Merino ha decidido dar un impulso al contenedor de color marrón, que se ha probado en dos barrios de Donostia (Amara e Intxaurrondo), Aretxabaleta, Azkoitia, Azpeitia, Zarautz y Zumaia.

La extensión del iglú marrón está siendo algo más lenta de lo esperado por el recorte presupuestario y la falta de adhesión de algunas mancomunidades como la propia San Marcos hasta antes del cambio de gestores. Ahora se quiere pisar el acelerador para cumplir con el reto fijado para 2016 de reciclar y compostar el 60% de los residuos que se generan en Gipuzkoa.

A través del convenio firmado ayer, la Diputación aporta 50.000 euros para subvencionar el proyecto de la Mancomunidad. Donostia, que ya lo ha probado en dos barrios, firmará la próxima semana el convenio por el que concreta cómo desarrollará el sistema de recogida, indicó Merino sin dar más detalle a la espera de la presentación. También se sumará próximamente Errenteria.