La Herrera, Antxo y Lezo se abrirán al mar con sendos puertos deportivos

La bahía de Pasaia se abrirá al disfrute de miles de ciudadanos que a día de hoy, pese a vivir cerca de ella, la sienten lejana. Los vecinos de Errenteria, Lezo, Altza, Buenavista, Bidebieta, Herrera, Antxo y de gran parte de Trintxerpe residen a un paso del borde del agua, pero en la práctica es como si estuvieran a kilómetros. La N-I, las vías del Topo y de Renfe, los pabellones industriales y, especialmente, los muelles del puerto se levantan como barreras infranqueables.

El reto que se ha propuesto el equipo de arquitectura holandés KCAP es abrir esta muralla. Incorporar la bahía a la trama urbana. Que los ciudadanos puedan llegar a la ribera y caminar por su perímetro a través de boulevares. En resumen, volcar la comarca sobre la bahía y que la lámina de agua llegue a cada núcleo urbano. Una 'revolución' urbana que permitirá que Errenteria, Lezo o Antxo dejen de dar la espalda al mar y dispongan de dársenas y embarcaderos.

Ruurd Gietema y Daniel Luque, arquitectos de KCAP, explicaron en el World Urban Developement Congress (Inta34) los avances en el proceso. Las jornadas reúnen en el Kursaal durante esta semana a 200 urbanistas para analizar el futuro de las ciudades.

En febrero, KCAP ganó el concurso convocado por Gipuzkoa Aurrera para rediseñar la bahía y ocho meses después los adelantos son significativos. Un primer avance se publicó ayer en estas páginas.

Una de las propuestas más novedosas para integrar los núcleos urbanos en la bahía será la habilitación de tres puertos deportivos. El masterplan contempla ofertar 1.000 amarres. Cabía la posibilidad de ubicar todos ellos en el mismo lugar. Luque señala que se ha preferido distribuir los atraques en tres puntos diferentes. «Un puerto con capacidad para 1.000 embarcaciones conlleva la ejecución de un gran aparcamiento y zonas de servicio. Hemos preferido distribuir esta oferta en tres dársenas más pequeñas, situadas en lugares distintos».

Los puertos deportivos se situarán en La Herrera (200-300 plazas), la Marina de Lezo (200-300) y Antxo (400). Los dos primeros se destinarán a embarcaciones pequeñas, con vocación de uso para los aficionados locales. El de Antxo permitirá el amarre de barcos grandes.

Los redactores proponen que las pequeñas barcas que tradicionalmente atracan en San Juan y otros puntos de la bahía lo sigan haciendo. Señalan que forma parte del 'paisaje' y que merece la pena preservar esta identidad.

Parque elevado

El diseño de La Herrera se encuentra muy perfilado. La regeneración de la bahía comenzará por este emblemático lugar. La zona no está hipotecada por los muelles y, por tanto, la reconversión puede realizarse sin necesidad de esperar al puerto exterior. De hecho, parte de los pabellones ya se han derribado, tras el traslado de la actividad a Navaldea (San Juan).

El cambio será radical. Además de las nuevas viviendas, el elemento distintivo queda definido en el gran parque que ocupará la zona central. Desembocará en el agua y se prolongará sobre ella mediante pasarelas que permitirán caminar hasta Antxo.

Este parque ofrecerá la particularidad de que parte del mismo será elevado. Debajo se situarán comercios, así como un centro cultural y la tenencia de alcaldía.

La avenida de Euskadi, por tanto, reforzará su posición central en Trintxerpe, con el desarrollo a su vera de las nuevas viviendas, zonas verdes y locales.

El parque, a su vez, facilitará el acceso a la estación, un recorrido en el que, ahora, literalmente te juegas la vida.

Antxo metropolitano

El distrito pasaitarra de Antxo experimentará una transformación absoluta. Ahora bien, para esta operación sí es imprescindible trasladar la actividad portuaria. El 'nuevo' Antxo se zafará de su actual confinamiento tras la N-I y las vías del ferrocarril. El masterplan propone que la trama urbana ocupe los actuales muelles, conectando el casco urbano actual y el que nazca al borde del agua mediante pasos por debajo y por encima de la carretera y del tendido férreo.

Antxo será el distrito más metropolitano. Las comunicaciones a través de la N-I y de las estaciones del ferrocarril potencian su vocación residencial. De hecho, el proyecto contempla que la mayor parte de las 4.000 nuevas viviendas previstas en la bahía se sitúe en el espacio liberado de los muelles.

Antxo acogerá dos edificios singulares. En un extremo se situará la terminal de cruceros, asociada a un centro cívico de carácter supramunicipal. En el otro, se prevé un equipamiento que funcione como escuela de vela y en el que se alquilen embarcaciones.

Con todo, quizá lo más singular del 'nuevo' distrito de Antxo será su integración en el mar. El diseño de KCAP establece la construcción de una pequeña dársena que introduce la lámina de agua entre las nuevas urbanizaciones que se levanten en primera línea de la bahía de Pasaia. Sobre esta dársena se situará la estación elevada del tren, edificio que a la fuerza tendrá que ser singular dado su emplazamiento en un lugar central.

Errenteria y Lezo

Esta unión entre ciudad y bahía también se llevará a cabo en Errenteria y Lezo. La intervención prevista en Errenteria restablece la conexión con la bahía mediante la construcción de una nueva salida en forma de parque-mirador (belvedere). Los edificios propuestos se agruparían en torno a un patio abierto y elevado. Sobre este espacio se extendería un parque público.

La línea de costa actual se modificaría en Lezo tratando de acercar el agua al pueblo y generando de este modo un espacio atractivo en torno a pequeños muelles y embarcaciones.