Lazkao probará un sistema de recogida para bonificar a quienes más reciclen
Un contenedor 'inteligente' permitirá saber quiénes depositan residuos orgánicos. A través de una tarjeta magnética los municipios podrán aplicar el lema de que 'quien contamina, paga'
JAVIER GUILLENEA
Sábado, 12 de junio 2010, 04:25
La idea es sencilla. Se trata de un contenedor marrón, de los utilizados para depositar residuos orgánicos, que se abre con una tarjeta magnética personalizada. En un dispositivo situado en el contenedor quedarán grabados los datos de la persona que ha dejado la basura, de forma que cada ayuntamiento podrá conocer en todo momento qué vecinos reciclan y quiénes no. El nuevo sistema permitirá aplicar tasas municipales que bonifiquen a quien más contribuya a reciclar residuos y hacer realidad de esta manera el lema 'quien contamina, paga'.
Vecinos de Lazkao serán los primeros en probar a partir de julio lo que el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa denomina «recogida personalizada». Junto a sus domicilios se instalará el mismo contenedor que representantes del consorcio presentaron ayer en la empresa alavesa Dorlet, encargada de crear un sistema que está llamado a sustituir las actuales llaves del quinto contenedor por tarjetas magnéticas. Al acto de presentación asistió una delegación integrada por el presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, Carlos Ormazabal, los presidentes de las mancomunidades del territorio y el responsable de tecnología de la comisión ejecutiva de Eudel y alcalde de Ataun, Bittor Oroz.
El plan piloto durará varios meses y permitirá conocer el comportamiento de los contenedores en un entorno externo en el que estarán sometidos a las inclemencias del tiempo, al uso diario de los usuarios, a los movimientos provocados durante la recogida de residuos y a las limpiezas periódicas de su interior. Según la empresa fabricante, el dispositivo electrónico queda integrado en el interior del contenedor y ha sido diseñado para posibilitar un fácil mantenimiento y para resistir un funcionamiento intensivo, sabotajes y actos de vandalismo.
Si todo sale como está previsto, la recogida personalizada se implantará al resto de los municipios del Goierri. El objetivo final es el de introducir este sistema en todos las localidades en las que se utiliza actualmente el quinto contenedor y en las que se vayan incorporando en el futuro a este modelo de recogida de basura orgánica.
Para avanzar en el camino hacia esta meta se ha puesto en marcha un proceso de implantación de contenedores que está dividido en tres fases. La primera ha comenzado ya con la instalación de depósitos marrones que en un principio se abrirán con llaves. Si la experiencia de Lazkao funciona, estas cerraduras serán sustituidas por tarjetas magnéticas.
El sistema se extenderá en una segunda fase que se llevará a cabo antes del verano del próximo año, para culminar con una tercera etapa que se pondrá en marcha pocos meses después. Estas actuaciones se verán complementadas por una campaña de concienciación y por el reparto a los habitantes de las localidades implicadas de un kit que consistirá en una caja, bolsas de basura compostables, la llave o tarjeta para abrir el contenedor y un manual de instrucciones.
Máquinas expendedoras
Las mancomunidades estudian también la posibilidad de instalar en las calles guipuzcoanas máquinas expendedoras de bolsas reciclables de basura para evitar a los ciudadanos la molestia de tener que acudir al ayuntamiento cada vez que las necesiten. Estas máquinas funcionarían con la misma tarjeta que sirve para abrir los contenedores marrones y que los responsables de las mancomunidades quieren que se fusione en una sola que aunaría otros servicios como Lurraldebus o bibliotecas. Para lograrlo, pidieron ayer la colaboración de la asociación de municipios vascos (Eudel).
Pero, sobre todo, la recogida personalizada servirá para saber si una persona recicla materia orgánica. «Hace poco lo único que hacíamos era echar bolsas a la basura y sólo sabíamos que desaparecían y que alguien las gestionaba», aseguró Carlos Ormazabal. La situación, añadió, está a punto de cambiar gracias a «la tecnología aplicada a las basuras». «Lo que vamos a tratar de lograr es que quien contamina pague», insistió el presidente del consorcio de residuos.
El sistema ideado por la empresa Dorlet permite «identificar quién hace bien las cosas y quién no». Cada tarjeta será nominal y podrá ser solicitada por cualquier miembro de cada unidad familiar. Si es el padre quien un día deposita los residuos orgánicos, el ayuntamiento sabrá que ha sido él y no otro familiar la persona que ha abierto el contenedor, y también a qué hora lo ha hecho.
Con toda la información recopilada, cada municipio podrá estar en disposición de bonificar a quienes más reciclen y aplicar a cada ciudadano las tasas que considere convenientes. Se quiere potenciar el reciclaje de este tipo de basura porque se considera que los usuarios que llegan hasta el contenedor marrón ya se han acostumbrado a utilizar el resto de los contenedores. Lo que hace falta ahora es incentivar un buen uso de los residuos orgánicos.