¿Cómo beneficia el acuerdo sobre el Cupo a mi pueblo o ciudad?
El particular modelo vasco de distribución de recursos entre instituciones hace que los 1.400 millones que se quedan en Euskadi lleguen al Gobierno Vasco, las diputaciones y los ayuntamientos
miguel angel mata
Miércoles, 3 de mayo 2017, 17:56
El acuerdo sobre el Cupo alcanzado este miércoles entre los gobiernos central y vasco se dejará notar este mismo año en Euskadi no solo en la gestión del Ejecutivo que dirige Iñigo Urkullu, sino que sus efectos se percibirán también en el resto de niveles administrativos, diputaciones y ayuntamientos, que gracias al pacto podrán disponer de más dinero para gastar, invertir o reducir deuda.
Y es que los 1.600 millones de euros que estaban en liza entre Madrid y Vitoria por unas discrepancias contables que han durado diez años y de los que finalmente 1.400 millones se quedarán en Euskadi, unido a la rebaja prevista en el Cupo para este año y los próximos, dotará de más recursos al conjunto de las administraciones vascas.
Esto es así debido al particular funcionamiento institucional vasco y al no menos particular sistema para el reparto de los recursos disponibles, que viene establecido en la llamada Ley de Aportaciones.
Distribución solidaria
Como se sabe, en Euskadi no existe una Hacienda vasca como tal, sino que las encargadas de recaudar los impuestos a sus respectivos contribuyentes son las diputaciones de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava.
Aunque el sistema es bastante complejo y existen mecanismos de ajustes, compensaciones y excepciones que hacen que las cifras no sean exactas, en líneas generales se puede decir que todo lo recaudado por las diputaciones a través de los impuestos (IRPF, Sociedades, IVA, Hidrocarburos, Transmisiones Patrimoniales...) va a un fondo común del que, en cifras redondas, el Gobierno Vasco se queda el 70% y el 30% restante se reparte entre los territorios. De esta segunda cuantía, Bizkaia se queda el 50%, Gipuzkoa el 33% y Álava el 17%.
A su vez, del dinero que va a las arcas de las diputaciones, estas luego se quedan una parte y reparten otra entre los ayuntamientos del territorio. En el caso de Gipuzkoa, el Gobierno foral se queda con el 42% y cede a los municipios el 58% de sus recursos disponibles.
Esta distribución solidaria de los recursos disponibles en base a una 'bolsa común' es la que hace que cualquier incidencia, ya sea buena o mala, repercuta en todos los niveles administrativos. En el caso del acuerdo del Cupo, los 1.400 millones adicionales con los que contará Euskadi rellenarán esa bolsa que, indirectamente, se distribuirá como agua que se filtra entre el Gobierno Vasco, las diputaciones y los ayuntamientos.
Echar mano de lo reservado
En el caso de los ayuntamientos de Gipuzkoa, además, existe una segunda vertiente. Ante la incertidumbre sobre el resultado final de las negociaciones y la posibilidad de que los millones en cuestión o una parte sustancial de ellos hubieran terminado acabando en las arcas del Gobierno central y no en el de las administraciones vascas, la Diputación de Gipuzkoa advirtió el año pasado a los 88 ayuntamientos de la conveniencia de reservar una parte de su presupuesto por si la factura tocaba a pagar en lugar de a cobrar. En concreto, estimó la conveniencia de provisionar, entre todos y a cada uno la parte que le corresponde, 23,6 millones de euros. Y este año aconsejó elevar esa reserva en otro millón largo adicional. Así, si las corporaciones municipales han atendido el requerimiento de la Diputación, los ayuntamientos deberían disponer de un fondo de reserva del que ahora deberían poder hacer uso y que supondrían en total 24,7 millones de euros para actuaciones locales.