El PNV rechaza al PP vasco como mediador ante Génova y minimiza las opciones de un 'sí'
En Sabin Etxea no han recibido aún la llamada de Rajoy para reunirse, pero acudirán a la cita a «escuchar», sin vocación de acordar nada de inicio
AMAIA CHICO
Viernes, 1 de julio 2016, 08:14
El PNV ha puesto pie en pared ante la rumorología que le sitúa como posible aliado del PP para formar Gobierno en Madrid. Los jeltzales minimizan las opciones de acuerdo con un partido con el que no solo mantienen «una relación tormentosa» en todo lo que tiene que ver con la gestión institucional, sino con el que tampoco guardan una afinidad personal exquisita. Ni con Mariano Rajoy ni mucho menos con el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, al que los nacionalistas recomiendan echarse a un lado y «no molestar» en el diálogo que están dispuestos a mantener con Génova si les llaman.
Por ahora, el equipo de Rajoy no se ha puesto en contacto con ellos más allá de la llamada de «cortesía» que María Dolores de Cospedal hizo a Andoni Ortuzar la noche del domingo. Con la secretaria general del PP es con la que los jeltzales tuvieron una mínima interlocución tras el 20 de diciembre, y con la que creen que volverán a hablar ahora. Con ella, con Rajoy o con el portavoz Rafael Hernando, los que ven posibles interlocutores en la primera fase de contactos abiertos por el presidente en funciones. Los jeltzales acudirán a la cita, cuando se convoque, con la única intención de escuchar. Pero recalcan que ni su peso parlamentario ni el abismo abierto entre ambas formaciones durante los últimos cuatro años, los de Gobierno de Rajoy y de Urkullu, animan de inicio a nada más. «Pueden esperar sentados», ilustró gráficamente ayer el burukide Koldo Mediavilla al responder sobre el apoyo de sus cinco diputados a una investidura de Rajoy.
El PNV no quiere verse como actor protagonista de la negociación, aunque haya sido una de las fuerzas que más ha animado a dialogar y a buscar una salida al bloqueo. Su mensaje va dirigido a quienes tienen la manija principal de la investidura. En este caso, sobre todo a un Partido Socialista de cuya abstención, aunque sea parcial, puede depender el Gobierno. Los nacionalistas vascos reniegan de ese papel decisorio que algunos 'pactómetros' les conceden. Y de momento recalcan que «hoy por hoy es imposible» que alcancen un acuerdo de gobernabilidad con el PP y que den un 'sí' a su candidato.
La reacción de Mediavilla en Herri Irratia va en línea de la expresada por otras voces jeltzales en días anteriores. Que «cuatro años siendo aplastados por las políticas del Gobierno», el «ninguneo» a las propuestas del lehendakari y una «recentralización atroz» no son la mejor carta de presentación para apoyar a nadie. A esa tesis se suma además el veto de Ciudadanos a participar en ningún acuerdo con los nacionalistas. Un extremo que no sorprende en Sabin Etxea, y que de hecho comparten a la inversa, igual que ocurrió en la legislatura anterior, cuando el pacto entre Sánchez y Rivera cortocircuitó cualquier opción de entendimiento con ellos.
Viaje a Madrid
Los de Ortuzar quieren desaparecer del foco hasta que los principales partidos pongan sobre la mesa sus cartas, y solo en ese momento, se avendrán a negociar como mucho -aseguran a estas horas-, una abstención que facilite una investidura. Así se lo trasladarán quizás la próxima semana, cuando es previsible que les cite el PP, después de su encuentro el martes con Coalición Canaria. Si la reunión es al máximo nivel, será el propio líder del EBB -hasta el domingo de viaje en Washington- el que ejerza de interlocutor. Coincide que Ortuzar se traslada el martes a Madrid para participar en un curso de verano, y podría aprovechar la ocasión para mantener el encuentro, pero aún no hay ninguna cita cerrada.
Con quien no se va a reunir es con Alonso, con quien tampoco se ha visto ni de forma oficial ni extraoficial en Euskadi desde que asumió las riendas del PP vasco hace ocho meses. En Sabin Etxea desmienten esa «buena relación» que el líder popular aseguró que mantenían ambas formaciones. Más bien apuntan a todo lo contrario. «Recientemente, a través del señor Oyarzábal, vino a decir que la corrupción en el País Vasco tenía las siglas del PNV», le recriminan.