«Somos líderes de turismo y exportación, pero, por desgracia, de basura»

El químico y exresponsable del servicio de Medioambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa durante el mandato del PNV, Javier Ansorena, ofreció el martes una conferencia en Alondegia organizado por la junta del PNV de Zumaia. En ella criticó con dureza el plan adoptado por los actuales responsables del ente foral para la gestión de residuos.

Ansorena tomó parte en la redacción del Plan integral de gestión de residuos urbanos de Gipuzkoa, de cuya creación ofreció una cronología. Sostuvo que el plan se basaba en una «jerarquía comunitaria» de obligado cumplimiento y que se basaba principalmente en la prevención de la creación de residuos urbanos. «El siguiente paso sería la reutilización y una vez agotadas todas las posibilidades, el reciclaje, introduciendo el material de nuevo en el ciclo». Ansorena incluyó en esta fase el compostaje. Añadió que ciertos materiales tienen solo algunos ciclos de reciclaje tras lo cual se podían incinerar para «una valoración energética donde se obtendría energía eléctrica». El último paso sería la eliminación, «algo que hay que minimizar».

Consenso

Sostuvo que el plan se desarrolló mediante un «proceso de participación pública», basado en un proceso «homologado por la Comisión Europea, y no mediante procesos asamblearios», donde fueron invitados a tomar parte un centenar de asociaciones y organismos, de los cuales aceptaron tomar parte unas sesenta. «A partir de ese proceso y del consenso se seleccionaron 22 propuestas».

Reconoció que lo más difícil fue la ubicación de las instalaciones y recordó que tanto el Ayuntamiento como distintas plataformas creadas por esa fecha se opusieron a la instalación de la planta incineradora en terrenos de la capital guipuzcoana. «Al final el Ayuntamiento dio su voto a favor, al igual que todas las mancomunidades del territorio».

En la vaguada de Zubieta estaba prevista la construcción de una planta de biosecado y la incineradora. «A la planta de biosecado se llevarían los residuos en cuyo interior no habría un solo operario. Mediante electroimanes se extraerían los metales y el resto, con el uso de biofiltros, se estabilizaría para obtener el biorresiduo estabilizado que luego alimentaría la incineradora».

La modificación del plan se paralizó tras las elecciones de 2011 con la llegada de las fuerzas que integran EH Bildu al palacio de la plaza de Gipuzkoa. «A partir de ese momento nos hemos tenido que enterar de todo mediante la prensa».

Ansorena fue muy crítico con los pasos dados por la Diputación para la creación de una planta de estabilización de residuos y el depósito de inertes en la cantera de Osinbeltz, en Zestoa.

Afirmó que el material que mostró el Diputado Iñaki Errazkin en una comisión de las Juntas Generales proveniente de una planta de la ciudad austríaca de Salzburgo fue llevado al laboratorio. «El material contenía residuos orgánicos no descompuestos, así como pedazos de cristal y metal. En el momento que hay material orgánico no se puede decir que sea inerte».

Criticó la planta de Salzburgo donde, en su opinión, se realiza un «reciclaje grosero». «Se recupera poco material que, tras pasar por numerosos filtros, es el que mostró Errazkin en la comisión. Con el resto se crean grandes balas de plástico y otros materiales que se incineran. Además, esta planta cuenta con un vertedero donde se crea biogas que se guarda en grandes depósitos y luego se quema. Nos tendrán que decir dónde piensan instalar el depósito de biogas».

Filtraciones

Ansorena cree que utilizar canteras para el depósito de material inerte es un gran error. «Las canteras vascas son de piedra caliza. En el momento de llueve, el agua y los lixiviados se filtrarían a los acuíferos. En Osinbeltz habría primero que impermeabilizarlo, dado que no cuenta con barreras naturales».

Considera, asimismo, que las cifras que maneja el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa son irreales. «Según los datos que hemos encontrado en la página web se prevé un reciclaje en planta del 22%, cuando la media de las diez plantas existentes en España es del 4%».

Denunció también algo que considera es «un fraude de ley». «El tema debería debatirse en las Juntas Generales, pero como no tienen opciones de ser aprobado, lo han llevado al Consejo de diputados».

Ansorena echó mano de la ironía para finalizar su charla: «Somos líderes de turismo y de exportación, pero, por desgracia, del turismo y la exportación de basura».