Más de 500 baserritarras muestran su oposición al Plan Especial de Arrate

Un total de 560 baserritarras, un 99 % de los propietarios contactados, mayores de 18 años y vinculados a la propiedad rural de Eibar, agrupados en la asociación Andirao (Eibarko Baserritaren Elkartea), ha mostrado su oposición al Plan Especial de Arrate, Santa Cruz y Garagoitxi, en los términos en los que se propone en su actual redacción. Los baserritarras, vecinos de estas zonas rurales, después de varias reuniones y con un amplio consenso de los 236 asistentes a la fase de exposición pública, quieren mostrar «su preocupación y reticencias en relación» a la tramitación de este Plan.

Por una parte critican «la afectación a zonas de titularidad privada, ya que más del 94% de los terrenos incluidos en ámbito del Plan Especial lo son de titularidad privada». Esta circunstancia y sus consecuencias, dicen los baserritarras, «presentes y futuras», no parece se estén teniendo en cuenta en este momento en el que se está llevando a cabo su redacción. Por otro lado, su malestar se centra «en la regulación de usos vinculados con el primer sector especialmente de naturaleza forestal, agrícola y ganadera que contempla el borrador del Plan Especial. Dicha regulación resulta limitante y restrictiva y afecta de modo directo a la sostenibilidad de los caseríos tanto en el momento presente como en el futuro próximo», señala Andirao.

Por otro lado, consideran que «las circunstancias descritas afectan al 'modo de vida'» de muchos de sus miembros. Por este motivo, Andirao está promoviendo una serie de iniciativas en aras a crear la sensibilidad necesaria hacia este problema. Ante esta situación Andirao quiere reiterar «su voluntad de llegar a una solución consensuada a través del trabajo conjunto, que propicie un adecuado equilibrio entre todos los intereses en cuestión». La asociación parte de ese convencimiento, «ya que se trata de una entorno entrañable que concita un fuerte arraigo y ahonda al máximo en el sentir identitario de todos los eibarreses».

En este sentido, Andirao ha participado «activamente» tanto en el grupo consultivo constituido al efecto así como a través de aportaciones en los talleres de participación ciudadana que se han celebrado. Igualmente, han mantenido reuniones con los representantes de los grupos municipales para exponer «como se vive el 'día a día' en la zona y las posibles consecuencias negativas que podría acarrear la aprobación de Plan Especial en los términos en los que se propone con su actual redacción».

Reuniones de trabajo

Dentro de este trabajo han mantenido reuniones con el concejal delegado del área de Medio Ambiente, Jon Iraola. Igualmente, destaca Andirao, el encuentro del día 14 de marzo en la que participaron además de miembros de la su junta con representantes del Club Deportivo Eibar, y los máximos representantes de los sindicatos del sector, Baskegur, Gebe, Enba, Enhe y Arefor.

En base al Plan General

Tras esta serie de reuniones se concluyó que la posible solución del problema pasa, en primera instancia, «por una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Eibar en relación a las delimitaciones y los usos permitidos en las diversas categorías de Suelo No Urbanizable (SNU) para posteriormente poder recogerlo en el citado Plan Especial».

Todo ello hizo que se registrara el pasado 10 de mayo en el Ayuntamiento esta a petición de sus inquietudes, dirigido a todos los grupos políticos municipales con 560 firmas el 99% de los propietarios contactados y vinculadas a la propiedad rural en Eibar.

En esta dirección, Andirao, solicita una reunión con el alcalde, Miguel de los Toyos, con el propósito de tratar la cuestión en profundidad. Asimismo y entre tanto» se den los pasos adecuados, se solicita se suspenda su tramitación, «en relación con las cuestiones citadas y que constituyen el objeto de la controversia, la redacción y aprobación del Plan Especial».

El Plan Especial de Arrate, Santa Cruz y Kalamua cuenta con un diagnóstico que incluye aspectos como la identificación y descripción de los recursos naturales, el análisis paisajístico, estudio de las explotaciones agrarias, las condiciones de las infraestructuras, estudio del patrimonio arquitectónico o propiedades de los terrenos.

Finalmente, se pasará a establecer objetivos específicos como la regulación del uso recreativo, la relación y límites entre recursos naturales y resto de recursos, necesidades de infraestructuras, conservación de los usos, o medidas para mejorar la calidad de estas áreas.